OPINIÓN
Como toda moda, las bioseries van a terminar por chotearse, porque además una vida, si no está bien contada, se vuelve aburrida. Ha habido muy buenas series, por ejemplo, la de Lupita D’Alessio, que fue sensacional en actuación y la artista dijo todo lo que había vivido. Tuvimos esa presencia de ella desgarrando su alma y
diciendo verdades. En la de Luis Miguel estamos viendo que es algo que él quiere que se cuente y otras que no se cuenten. Lo está haciendo todo desde una imagen de ‘pobrecito’, ‘yo soy la víctima y vean todo lo que me hicieron’. No está hablando claramente como Lupita D’Alessio, de “yo drogadicta o lesbiana”, nadie ha tenido la valentía de decirlo abiertamente. Las bioseries necesitan dinero, buenos actores para interpretar y no necesitan a un Juanpa Zurita que no da una como el hermano de Luis Miguel, y está Diego Boneta que sí está más guapo que Luis Miguel, pero tiene cuerpo de gimnasio que es donde no embona, eso no es Luis Miguel. Qué bueno que están haciendo bioseries, pero van a llegar a aburrir.