LOS OJOS EN EL POPO, TRAS ERUPCIÓN DEL VOLCÁN DE FUEGO
Luego de la erupción de la montaña guatemalteca, los vulcanólogos mexicanos aseguran que este incremento en la actividad en el país vecino y en el Kīlauea no provocarán una reacción en cadena al Popocatépetl ni en Colima.
Desolación, tristeza y dolor: éste es el panorama un día después en las comunidades afectadas por la erupción del volcán de Fuego, que fueron cubiertas en su totalidad por ceniza y, en algunas áreas, por lava.
Expertos catalogaron la explosión del domingo como la más violenta desde hace 40 años.
Las primeras 72 horas de rastreo son vitales, por lo que los socorristas desde tempranas horas, con palas y maquinaria, reiniciaron las tareas de búsqueda de más sobrevivientes y de víctimas mortales. No quieren perder ni un segundo de tiempo.
En los cuatro albergues que se han instalado se ha evidenciado el desconsuelo de los pobladores. El lamento de haber perdido su hogar, sus pertenencias y la desesperación de que aún no encuentran a un familiar es latente.
La cifra de fallecidos confirmados es de 65 personas, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). No se descarta que aumente este número conforme avancen los trabajos de búsqueda.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó que al menos 46 personas están heridas y que poco más de 1.7 millones fueron afectadas de alguna manera por la erupción volcánica, mientras que tres mil 263 han sido evacuadas a zonas seguras.
El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, declaró el estado de calamidad en los tres principales departamentos afectados: Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango.
Un día después de la tragedia
Expertos catalogaron la explosión del domingo como la más violenta desde hace 40 años.
Las labores de búsqueda y rescate se reanudaron a primeras horas de este lunes en las áreas afectadas por la erupción del volcán de Fuego y en éstas participa personal de los cuerpos de socorro, Ejército, Policía Nacional Civil (PNC) y voluntarios. Las escenas son devastadoras, pues continúan localizándose personas y animales sin vida. Los rescatistas se movilizan entre la desolación por las casas destruidas y plantaciones completamente calcinadas por la furia que desató el volcán, de tres mil 763 metros de altura y a 35 kilómetros al suroeste de la ciudad de Guatemala. En el corazón de la tragedia, las escenas son catastróficas. Un periodista observó al menos tres cuerpos calcinados entre los escombros del caserío San Miguel Los Lotes, vecino de la golpeada aldea El Rodeo, donde socorristas, soldados y policías buscaban personas vivas. El secretario de la Conred, Sergio Cabañas, indicó que los fallecidos quedaron atrapados en el material caliente que descendió del volcán.
Nueva explosión
Un nuevo retumbo provocó alarma en una de las zonas afectadas, y los rescatistas se retiraron del sitio para evitar exponerse al riesgo. David de León, portavoz de la Conred, confirmó que ayer se presentó nuevamente presencia de flujo piroclástico.
Rescate
En las labores de rescate participan socorristas de Bomberos Voluntarios y Bomberos Municipales, de la Conred, Policía Nacional Civil, Ejército, ministerios de Salud, Gobernación, además de decenas de voluntarios.