Tras llamar ‘estúpido’ a Dios, Duterte lima asperezas con la Iglesia
Después de llamar a Dios “estúpido” y burlarse de algunos dogmas cristianos, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, tendió la mano a la jerarquía de la Iglesia católica del país, molesta por las ofensas a una religión que profesa el 86% de los filipinos.
Duterte mantuvo una reunión privada de alrededor de media hora con el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, Romulo Valles, y se comprometió a “una moratoria en sus declaraciones sobre la Iglesia”, confirmó el portavoz presidencial, Harry Roque.