Así se prepara la fiesta en el corazón de la Ciudad de México
El gran desfile del Día de Muertos que llena de alegría a la Ciudad de México requiere muchos preparativos que no llegamos a ver. Anímate a venir a esta gran metrópoli y vivirlo de cerca
En discretos talleres y deportivos distribuidos por la gran ciudad, decenas de voluntarios ensayan su coreografía. En cuestión de instantes estos danzantes empíricos logran parecer una compañía.
Y es que, si bien para el primer desfile, en 2016, fue necesario convocar a voluntarios, desde entonces la respuesta ha sido espontánea y arrolladora. Tanto así, que los coreógrafos tienen oportunidad de seleccionar de entre cientos de personas deseosas de disfrazarse, bailar y compartir su entusiasmo y su alegría con los espectadores desde la Estela de Luz, por el Paseo de la Reforma, hasta el Zócalo de la Ciudad de México. El criterio de la audición: su espíritu festivo, su capacidad para transmitir alegría.
La contagiosa armonía es algo que se logra gracias a un equipo de coreógrafos. Pero además, no todos los bailarines son novatos. Hay colectivos de baile regional cuyo talento y experiencia les permite contribuir a diseñar la coreografía. Mientras los voluntarios pulen sus pasos, una legión de artistas, vestuaristas, cartoneros y pintores dan forma a máscaras de calaveras azucaradas con diamantina; a diablos rumberos o bigotones; a faldas hechas de papel picado o sombreros para la danza representativa del estado de Michoacán conocida como Baile de los viejitos, con coloridos listones que cuelgan cubriendo una parte del rostro del bailarín.
Quizá no todo el público pueda acercarse para percibir el trabajo en cada una de las costillas de un esqueleto de cartón, las flores de papel que decoran las máscaras o el encaje que rodea el ojo como parte del maquillaje de una catrina.
En realidad, el desfile está diseñado para verse de lejos y por cientos de miles de personas, pero los detalles se trabajan como si fuese a disfrutarse con microscopio.
El desfile toma por asalto el corazón de la CDMX
Las ingeniosas y colosales obras de arte que se crean o se reciclan y reinventan para seguir sorprendiendo a los espectadores del gran Desfile de Día de Muertos de la Ciudad de México aguardan ansiosas frente a las rejas del Bosque de Chapultepec, a ambos lados del Paseo de la Reforma. Mientras, a unos metros de ahí, cientos de bailarines voluntarios terminan de ajustarse el sombrero, la crinolina, el tocado o la zapatilla.
Si las ofrendas son altares festivos donde se honran los gustos de los difuntos que vienen a visitar a sus familiares cada 1 y 2 de noviembre, este desfile que tiene lugar unos días antes, compuesto de carros alegóricos, comparsas y ofrendas gigantes, cumple esa función para los millones de habitantes de la Ciudad de México. Ven a presenciar esta fiesta nacional.