LA MÁQUINA SEPULTA A RAYADOS EN EL GIGANTE DE ACERO
Rayados suma su tercera final perdida en el BBVA Bancomer
Los Rayados tuvieron una noche de terror en el Gigante de Acero, luego de que Cruz Azul les hiciera la travesura en casa y se llevara el dulce sabor del campeonato de la Copa MX por marcador de 2-0.
Rayados no mostró ganas de quedarse con el trofeo, pues sus intentos de hacer peligro al rival fueron escasos en ideas futbolísticas.
Aunque la Pandilla dominó los primeros minutos del partido y estuvo cerca del gol en, al menos, dos ocasiones, no pudo romper el cero cementero.
Fueron al menos 18 minutos en los que Monterrey dominó el encuentro, pero la Máquina estudió bien a su rival y comenzó a ganarle terreno.
Con Elías Hernández y Josué Domínguez comenzaron a hilar jugadas de peligro para el Cruz Azul, que no tardó en concretarlas en gol.
Al minuto 33, Juan Pablo Carrizo salió a despejar un centro, pero dejó desprotegida la portería y Elías Hernández aprovechó para sacar un potente disparo y abrir el marcador.
La Pandilla intentó reaccionar y se vio más agresivo en el ataque, y no pasó mucho tiempo para que se escuchara el grito de gol de la afición regia. Sin embargo, ésta fue acallada por el abanderado, quien marcó fuera de lugar y la anotación fue anulada.
Con trazos largos, Rayados hizo esfuerzos para romper la línea defensiva que le había puesto Pedro Caixinha, quien no salió a la banca por estar sancionado.
Cerca de terminar el primer tiempo el central Fernando Guerrero marcó una pena máxima para los Rayados, con lo que regresó el ánimo del público; no obstante, la Pandilla había caído otra vez en fuera de lugar y la sanción fue retirada.
Apenas comenzando el segundo tiempo, Cruz Azul sentenció el duelo al marcar el 2-0 a su favor.
Martín Cauteruccio, que había entrado para la parte complementaria, cerró la pinza luego de un centro de un compañero.
Tras el gol, los cambios en Rayados no se hicieron esperar. Diego Alonso mandó a la cancha a Rodolfo Pizarro y Avilés Hurtado, pero la tónica fue la misma.
La Máquina se replegó en su propia cancha y comenzó a contragolpear a los Rayados, los cuales siguieron en busca del gol.
Juan Pablo Carrizo se vistió de héroe en más de dos ocasiones, pero no fue suficiente, pues los goles albiazules no cayeron.