Calificadoras bajan perspectiva de México
Advierten que cancelar el NAIM desalienta inversiones y anticipan que crecerá el clima de incertidumbre
Las calificadoras internacionales Fitch Ratings y HR Ratings cambiaron a “negativa” la perspectiva crediticia de México, debido a la decisión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de cancelar la construcción del Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
La calificación crediticia –emitida por dichas entidades– mide el grado de cumplimiento o incumplimiento de las deudas y compromisos financieros que adquieren los países y las empresas.
Mientras que la perspectiva indica el nivel de riesgo que enfrentan los emisores de esas deudas para mantener su calificación, por lo que el cambio determinado para México implica que está a un paso de perder su nota actual y con ello pagar tasas de interés más altas.
En este contexto, Fitch Ratings informó que ratificó la calificación crediticia de nuestro país en “BBB+”, pero ante la determinación de suspender las obras del NAIM en Texcoco, revisó la perspectiva de “estable” a “negativa”.
Indicó que dicho movimiento “refleja el deterioro del balance de los riesgos que enfrenta el perfil crediticio de México, asociado con el alcance de la incertidumbre y el deterioro de las políticas en la administración entrante”.
Fitch afirmó que “la decisión de cancelar el NAIM envía una señal negativa a los inversionistas” y destacó que existe el riesgo de que las reformas aprobadas en el sexenio actual, en especial la energética, puedan detenerse durante el próximo sexenio.
Confió que la administración de AMLO continúe y dé cumplimiento a los aspectos centrales del marco de políticas macroeconómicas del país, como la disciplina presupuestaria y la autonomía del Banco de México, pero advirtió que los riesgos relacionados con la postura fiscal de la administración entrante persisten; además del temor de que las propuestas políticas del nuevo gobierno resulten en menor inversión y crecimiento de lo esperado.
Incertidumbre por NAIM
La calificadora HR Ratings también
ratificó las calificaciones de largo y corto plazo HRA-(G) y HR2 (G) para la deuda soberana de México, respectivamente y –al igual que Fitch– cambió la perspectiva de “estable” a “negativa”.
Indicó que esto se debe “al deterioro inmediato en la percepción de inversión y riesgo país”, lo que ha ocasionado la depreciación del peso mexicano y el encarecimiento del dólar, lo que –a su vez– se traduciría en un probable aumento en la deuda neta del país para 2018.
“En este momento, consideramos que una pérdida de confianza tendría consecuencias negativas para las finanzas públicas y para la economía en general, lo que se reflejará, no sólo en una mayor volatilidad en los mercados, deterioro del tipo de cambio e incremento en las tasas de interés de largo plazo, sino que “también genera un clima de incertidumbre respecto al respaldo que pudieran tener inversiones en nuevos proyectos de infraestructura y alto impacto económico”, advirtió.
Pega al crecimiento
El analista soberano de la calificadora Moody’s, Jaime Reusche, explicó que la cancelación del NAIM no tiene un impacto directo sobre la calificación crediticia de México en este momento; pero a largo plazo desincentivará las inversiones y el crecimiento de la economía nacional.