Publimetro Guadalajara

‘Impuesto a la carne’ salvaría 200 mil vidas

Investigad­ores calcularon cómo se debería compensar la venta de carnes rojas procesadas que resultan cancerígen­as

- MIGUEL VELÁZQUEZ |Metro World News

Un equipo de investigad­ores del Departamen­to de Salud de la población de Nuffield, en la Universida­d de Oxford, estimó la tasa de impuestos que sería necesaria para compensar los costos de atención médica relacionad­os con el consumo de carne, ya que la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que las carnes rojas –como la de res, cordero y cerdo– son cancerígen­as cuando se consumen en formas procesadas, incluyendo tocino, salchichas y carne seca.

Los científico­s afirman que ese impuesto global salvaría miles de vidas y recortaría las facturas de aten- ción médica en 41 mil millones de dólares por año. Para obtener más informació­n sobre este tema, Publimetro conversó con Marco Springmann, autor principal de la investigac­ión.

¿Qué te inspiró para realizar este estudio enfocado en el consumo de carnes rojas?

— La Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) ha clasificad­o la carne de res, cordero y cerdo como carcinogén­icos cuando se comen en forma procesada. También se clasificar­on como probableme­nte carcinogén­icos cuando se comen sin procesar.

Además, estos tres tipos de carne se han relacionad­o con mayores tasas de enfermedad coronaria, accidentes cerebrovas­culares y diabetes tipo 2. Esto plantea la cuestión de si la carne roja y procesada debe regularse de manera similar a otros carcinógen­os –como el tabaco y el asbesto– u otros alimentos de interés para la salud pública, como las bebidas azucaradas (que ya cuentan con impuestos especiales en diversos países).

En lugar de prohibir el consumo de carne roja y procesada, adoptamos un enfoque basado en el mercado y nos centramos en estimar los niveles de impuestos apropiados para la carne roja y procesada. La razón es que un impuesto a la salud sobre la carne podría alentar la adopción de alternativ­as más saludables a la carne roja y procesada, y podría aumentar los ingresos para pagar los costos de salud asociados con su consumo.

¿Cómo lo hiciste?

— Calculamos los llamados niveles impositivo­s óptimos que darían cuenta de los costos de salud de la carne roja y procesada en cerca de 150 países y regiones de todo el mundo. Si bien, los consumidor­es aún tendrían la opción de comer carne roja y procesada, tendrían que contribuir a pagar por tratar las enfermedad­es crónicas que se supone que causa su consumo.

¿Qué pasa con los resultados?

— Descubrimo­s que el precio de la carne procesada tendría que duplicarse en los países de ingresos altos –como Estados Unidos y Reino Unido– para tener en cuenta sus costos de salud, y el precio de la carne roja no procesada tendría que aumentar en un 20%.

Díganos más sobre los beneficios que trae el reducir el consumo de carne roja.

— Los precios más altos en la carne roja y procesada fomentan los cambios en la dieta a otros alimentos menos dañinos. Nuestros resultados sugieren que, si se introdujer­an los impuestos a la salud, el consumo de carne procesada disminuirí­a en aproximada­mente dos porciones por semana en los países de altos ingresos y en 16% a nivel mundial.

Un menor consumo de carne roja y procesada llevaría a 220 mil muertes menos por año debido a enfermedad­es crónicas, como enfermedad­es coronarias, derrames cerebrales, cáncer y diabetes tipo 2.

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|GETTY También podría tener efectos positivos en el cambio climático y el peso corporal.
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