LA CASA DEL VW SEDÁN
Era 1965 cuando Volkswagen Alemania decidió hacer una empresa en México, el resto es historia, una de éxito. Justo dos años después de haber iniciado el proyecto –octubre de 1967– salía el primer Volkswagen Sedán de la planta de Puebla, lugar desde donde hoy le escribo estas líneas. En este sitio se fabrica un auto cada dos minutos en promedio, imagine la logística titánica que ello comprende; desde las prensas de lámina necesarias para cada coche, hasta el proceso de inspección de calidad. La fábrica ha significado un desarrollo para Puebla y para el país tan vasto que es difícil de medir. Y lo será aún más, ya que acaban de cumplir 65 años de presencia en México. El New Beetle acaba su vida y con él la silueta del inconsciente colectivo del auto del pueblo llega a su fin. Pero también da paso al incremento en la producción de la Tiguan y de otros modelos. Volkswagen tendrá cada día más camionetas, pues su gama a la venta aún no está completa. Lo que hizo nuestro querido Escarabajo, Beetle, Vocho o cómo guste llamarle es, sin duda, una gran historia. Recuerde cómo cerraron el mercado justo cuando el proyecto de su planta iba viento en popa. VW encontró soluciones y hoy, tras prácticamente 30 años de exportaciones, sigue más fuerte que nunca. Datos curiosos: ¿sabía usted que dentro de VW Puebla entrenan diariamente 40 perros dentro de la planta? Los canes son utilizados para cuidar los largos terrenos que comprende un sitio que, además, cuenta con cinco lagos (uno natural), y ahí llegan las aves migratorias del invierno para descansar. La nave industrial donde se ensambló el Sedán aún está intacta y hoy es una bodega. Volkswagen Puebla luce renovada, vigorosa y lista para los retos de las próximas décadas. Adiós Beetle... nunca viste la era eléctrica, pero nos diste muchas sonrisas.