Tras el homicidio del 53, temen escalada violenta
Autoridades no descartan que el deceso de uno de los líderes del CJNG desate una ola de violencia en la ciudad, por pugna y reacomodos entre cárteles
La muerte de Martín Arzola Ortega, alias el Negro o el 53, victimado en un restaurante de hamburguesas en Plaza Galerías la tarde del miércoles, podría reavivar pugnas de cárteles en la zona metropolitana de Guadalajara e incrementar la violencia que se vive en la metrópoli, reconocen autoridades estatales y expertos en seguridad.
El 53 fue uno de los fundadores del Cártel Jalisco Nueva Generación y es considerado como jefe de sicarios de la estructura criminal, tras la detención Óscar Orlando Nava Valencia, alias el Lobo, líder de la organización delictiva Los Valencia. Arzola Ortega encabezó la lucha que el cártel enfrentaba en sus inicios contra la estructura de La Resistencia, entonces encabezada por Ramiro Pozos González, alias el Molca y Víctor Torres García, el Papirrín.
El 53 fue detenido el 13 de julio de 2011 y sentenciado a 24 años de prisión en 2015, aunque quedó en libertad a finales de 2018 por sentencia absolutoria dictada por el Juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, con sede en Toluca, dentro de la causa penal 92/2011-II.
“Siempre que hay una muerte y más de alguien involucrado con la delincuencia organizada, es de esperar que haya consecuencias, ¿no? La venganza infinita que a veces se da en el género humano, de tal manera que estamos en alerta, estamos cuidándonos, tanto policía estatal como las municipales, para evitar que sucedan más hechos delictuosos”, señaló el coordinador del gabinete de seguridad, Macedonio Tamez Guajardo.
En la balacera registrada en el restaurante de comida rápida de Plaza Galerías hubo seis heridos y dos fallecidos por agentes de la Fiscalía de Nayarit. Uno de ellos aparentaba unos 25 años de edad, y el segundo, de 42 años, resultó ser el 53, quien fue reconocido oficialmente por su esposa la madrugada de este jueves. Arzola, antes de ser liberado, mantuvo una lucha de amparos para ser trasladado de vuelta a la prisión del Altiplano, luego de ser enviado a un centro carcelario federal en Oaxaca.
“Hay que estar muy al pendiente de los reacomodos dentro de la delincuencia organizada en la ciudad y en el estado, y eso cómo impactará en una escalada de hechos delictivos. Hay que ver la reacción de las estructuras opositoras del Cártel de Jalisco como el autodenominado La Nueva Plaza. Son tiempos complicados en materia de seguridad”, alertó Luis Razo, experto en temas de seguridad pública, quien destacó que las autoridades deben estar preparadas para este fenómeno.