Las plataformas digitales de transporte, con trabas por las reformas a Ley de Movilidad
De acuerdo con el director general de Uber en México, les preocupa es que se pierda la flexibilidad para sus conductores, pues hay personas que solo manejan durante sus vacaciones.
Durante el Período Extraordinario de Sesiones de la XV Legislatura, y ante la presencia de cientos de taxistas, se aprobaron reformas a la Ley de Movilidad en la entidad, lo que, de acuerdo con Federico Ranero, representante de Uber en México, perjudicará a sus socios conductores, pues haría más costosa la operatividad y daría pie a la creación de mercados negros.
“La oferta de transporte en Quintana Roo sigue secuestrada por ciertos grupos de poder, que lograron darle vuelta a una reforma que fue un gran paso, pero que tristemente hoy está en retroceso y que a la larga impedirá que se modernice este sistema”, aseveró el representante de Uber en México, Federico Ranero.
En entrevista, reiteró que el principal motivo por el que Uber no regresaría a Quintana Roo es porque las modificaciones que se plantearon en la Ley de Movilidad establecen que, para que estas plataformas digitales puedan operar, deberán tener concesiones y no permisos.
Añadió que en el punto de vista de los expertos, la misma Cofece en su análisis de 2015 invita a todos las entidades y sus gobernadores a
privilegiar la competencia y la libre concurrencia de estos actores de nueva movilidad, como empresa de redes de transporte.
“Se les recomienda que sus marcos normativos, eviten en primer lugar, el obtener una autorización o re- gistro que pudiera imponer requisitos adicionales como placas especiales, cromáticas específicas, como particularmente es una concesión tal cual, lo cual podría limitar el número de unidades funcionando y prohibir la flexibilidad sobre la cual se basa la economía colaborativa”, explicó.
Detalló que lo que les preocupa es que para los socios conductores de Uber lo más importante es la flexibilidad, que no tiene ningún tipo de restricción en el término de permanencia dentro de la plataforma, pues hay personas que sólo manejan durante sus vacaciones, flexibilidad que aprovecharon más de 5 mil familias durante los 15 meses que estuvieron operando en Cancún.
“Esto sería muy perjudicial para los usuarios porque no habrían suficientes autos para satisfacer la demanda a la cual todos están acostumbrados, presionando un botón y encontrando un Uber a minutos de distancia en cualquier punto, a cualquier hora”, aseveró.
Afirmó que además todos los requisitos que se mar- can harían más costosa la operatividad, tanto económicamente como en tiempo y daría pie a la creación de mercados negros como en el caso del taxi tradicional, que suprime a la competencia de manera importante.