CARGAN MUJERES MODERNAS CON ESTEREOTIPOS
Socialmente aún persiste la idea de que aquellas mujeres que no se dedican a su hogar, no son dignas representantes del género femenino
Aunque en la actualidad las mujeres han logrado romper con dañinos estereotipos de género transmitidos y perpetuados de generación en generación, aún persiste un rechazo social hacia aquellas mujeres que han decidido no casarse, no tener hijos, no maquillarse o simplemente desarrollarse profesionalmente. Para muchos, una mujer “completa” debe saber cocinar, estar en casa, lucir siempre bella y olvidarse de sí misma para satisfacer al esposo y la familia.
Una gran parte de las sociedades latinoamericanas, principalmente en los países menos desarrollados, posee la firme creencia de que las mujeres deben saber cocinar, lavar la ropa, planchar y realizar las demás tareas domésticas a la perfección para ser consideradas “buenas” madres o esposas.
Todo comienza en casa
La encuesta The State of the Kid, en la cual se entrevistaron a infantes de entre cinco y 12 años de edad, encontró que mientras que el 73.3% de las niñas dicen que han sido asignadas a las tareas domésticas, sólo el 65.3% de los niños dicen lo mismo.
“Al asignar las tareas, la familia le muestra a los niños y a las niñas (explícita e implícitamente) cómo deben de comportarse en el mundo”, afirma en entrevista con nuevamujer. com, María de la Soledad Escamilla Cejudo, psicóloga experta en terapia familiar y miembro de la Sociedad Mexicana de Psicología.
Además de las tareas del hogar, la doctora Escamilla explica que, en la crianza familiar, los padres enseñan a los niños juegos que los llevan a desarrollar su resistencia al dolor físico y aprender “la importancia del trabajo y los deportes”. En tanto, a las niñas las alientan a realizar actividades para que asimilen comportamientos de cuidado y protección de otros, como ‘jugar a la casita’ o cuidar al muñeco bebé.
Mujeres, las responsables de las tareas del hogar
Esta forma de crianza lleva a las niñas a crecer con la idea de que ellas son las responsables de las tareas de la casa y que aprenderlo es necesario para que puedan subsistir y formar una familia. Al mismo tiempo, los varones crecen con el pensamiento de que las labores domésticas no son su responsabilidad y que necesitan a una mujer que sepa hacerlas para que sea su esposa.
El “problema” de las mujeres actuales, es que crecieron a la par de la lucha por la equidad de género, cuyo objetivo era (y es) lograr que el género femenino tenga las mismas oportunidades para trabajar y desarrollarse profesionalmente; algo de lo que quieren formar parte (y lo están haciendo consistentemente). Sin embargo, se enfrentan a una sociedad que las presiona para alcanzar el éxito sin olvidar las enseñanzas de su crianza, que las juzga si lo hacen. “Los hombres actuales siguen necesitando una mujer protectora, que los cuide y que esté atenta a sus necesidades. Es algo natural”.
“Algunos hombres buscan mujeres exitosas con las que puedan hablar de cualquier cosa, sin embargo, no saben qué hacer con ellas si no saben cómo preparar una sopa o atenderlos”, explica la doctora Escamilla.
Un golpe a la autoestima
La autoestima de las mujeres actuales se ve afectada porque, aunque desde pequeñas les enseñan a jugar el rol de género de amas de casa, no saben “en qué punto la sociedad les cambia la jugada y les empieza a exigir saber hacer eso y al mismo tiempo trabajar para ser exitosas”, refiere la especialista.
Cuando una mujer ve afectada su autoestima, lo mejor es buscar el equilibrio. Para ello primero tiene que descubrir si aprender a realizar las tareas del hogar es algo que realmente le interesa (dejando a un lado la presión social). Si es así, puede dedicar un tiempo para involucrarse y aprenderlo. Si por el contrario, se da cuenta que hacer las labores domésticas es algo en lo que no desea involucrarse, lo ideal es que siga adelante con las actividades profesionales que verdaderamente le apasionan y, de necesitarlo, exprese a la sociedad que así se siente plena como mujer.
Finalmente, es importante recalcar que la sociedad siempre tendrá estándares sobre cómo deberían de ser las cosas para ser “correctas” o cómo tendrían que comportarse las mujeres para ser consideradas “buenas”. Lo recomendable, de acuerdo con María de la Soledad Escamilla Cejudo, psicóloga experta en terapia familiar y miembro de la Sociedad Mexicana de Psicología, es no intentar satisfacer esos estándares y actuar siempre dentro del marco de nuestros propios anhelos y valores.