Círculos políticos y religiosos cuestionan la disculpa
La presencia del cuestionado obispo de la diócesis chilena de Osorno, Juan Barros Madrid, en la misa celebrada por el papa Francisco ante 400 mil personas en Santiago ha desatado la polémica en círculos políticos y religiosos que cuestionan la sinceridad de la disculpa ofrecida por el pontífice a las víctimas de abusos sexuales.
En sus primeras palabras en Chile este martes, el papa Francisco pidió perdón y dijo sentir “dolor y vergüenza” por “el daño irreparable causado a niños por ministros de la Iglesia”.
En los días previos a la visita se había reavivado la polémica de los casos de pederastia en la Iglesia católica, que afectan a unos 80 religiosos chilenos, y desde diferente sectores se había solicitado un gesto explícito del Pontífice con las víctimas de los abusos, incluso una audiencia privada.
Francisco aprovechó su primer discurso ante las autoridades en el Palacio de la Moneda, sede del Ejecutivo, para referirse a este problema.
Entre los detractores se encuentra Juan Carlos Cruz, quien desde hace años viene denunciando los abusos cometidos en su parroquia de Santiago por Fernando Karadima.
“Basta de perdones y más acciones. Los obispos encubridores ahí siguen. Palabras vacías. Dolor y vergüenza es lo que sienten las víctimas”, declaró Cruz.