RUGEN EN MÉXICO SÓLO 30 DE ESTOS CHALLENGER
El nombre T/A es en honor a la carrera Trans Am de los 70. Pocas unidades se fabricaron, por lo que es un clásico
Como muchos saben, la historia del Dodge Challenger comienza en 1970, en donde se fabricaron numerosas versiones especiales como la T/A en honor a la carrera Trans Am de ese entonces. Pocas unidades se fabricaron como T/A y sólo en ese año, por lo que es un auto muy buscado, hasta ahora.
El presente
Únicamente se comercializarán 30 unidades de este vehículo en nuestro país. Su motor es un poderoso V8 6.4L con 485 hp y 475 lb/ft de torque, y la mejor parte, todos montan transmisión manual de 6 velocidades a la tracción trasera –evidentemente–.
Se distingue
De lejos se nota que no es un Challenger cualquiera: cofre, techo y cajuela vienen negro mate, asi como los rines de 20 pulgadas. En la parte lateral, cuenta con stickers negros y distintivos T/A 392. El característico frente es adornado con broches en el cofre, al más puro estilo de las carreras. Además, la suspensión es 12mm más baja y los amortiguadores son marca Bilstein para proporcionar más firmeza. Equipa filtro de aire de alta inducción, así como un sistema de ingreso de aire directo al motor, a través de uno de los faros. Por si el motor no sonara lo suficiente, el escape es deportivo y de alto flujo, anunciando su llegada a muchos metros de distancia. A través de los enormes rines, se aprecia el sistema de frenado Brembo, que para esta versión, son mucho más grandes y poderosos que en la versión SRT.
Al interior
Presume una pantalla de 8.4 pulgadas a color con el más avanzado sistema UConnect. Además, cuenta con 3 modos de manejo, resaltando el Super Track Pak, que es personalizable desde la misma pantalla. Además, es programable el launch control. La palanca, al piso, con los cambios un poco recortados y firmes, elementos clásicos de un american muscle. Los asientos son de cubo y tienen el emblema T/A en los respaldos.
Su manejo, divertidísimo
Gracias a la transmisión estándar, su manejo es más ágil que con una automática. Muy divertido en cada curva porque es muy fácil sacarlo de la parte trasera y sencillo de controlar. No es necesario volverse loco con el acelerador para sentir que estamos viviendo un verdadero músculo americano. La potencia es soberbia y el rugido del motor y escape, erizan a cualquiera. Un auto que se disfruta desde la primera encendida de la mañana. Cautivará a propios y extraños.