DE LA VIALIDAD A LA MOVILIDAD
“Con todo y subsidios, tenemos en la zona metropolitana de Monterrey el transporte más caro del país”
La famosa “mancha urbana” fue creciendo a pasos agigantados, mientras la tierra de la periferia se hizo más barata. La gente comenzó a desplazarse bajo la justificación válida de tener menores costos de vida.
Sin embargo, a medida que el desarrollo industrial creció y nuestras costumbres de consumo también, fuimos alejándonos de los “centros” de la ciudad, teniendo como resultado un gran archipiélago con poca población y un estado imposibilitado (entre costos altos y corrupción) de proveer los servicios necesarios.
Los traslados se hicieron necesarios. Pero, hasta la fecha, los transportistas aseguran que “no les sale” llegar a ciertas poblaciones.
De tal forma que, con todo y subsidios, tenemos en la zona metropolitana de Monterrey el transporte más caro del país.
Eso aunado a las ineficiencias y mala calidad de las unidades o conectividad, genera que nos hagamos de dos a cuatro horas sólo para trasladarnos entre un punto y otro.
¿Qué hacer ante esto? En el mundo se está apostando a invertir la jerarquía de la movilidad, de tal forma que los traslados de personas con discapacidad y peatones sean los de mayor prioridad, seguidos de los ciclistas.
El cambio de paradigma va acompañado (o debería) de un nuevo modelo de ciudad que regrese a sus orígenes: que sea lo suficientemente compacta, que los servicios no sean tan altamente costosos tanto para el estado como para los habitantes, pero que también haga que el mejor transporte sea el que no se necesita.
Es decir, que entre más podamos llegar al menos a nuestros destinos más próximos sin usar el transporte, mejor y, al mismo tiempo, darle prioridad a un transporte público más eficiente que reduzca el tiempo que hoy requerimos para los traslados y que impacte positivamente en el cuidado medioambiental porque usamos menos automóviles.
Se trata de mover personas, no sólo autos, porque el problema no se resuelve con más carriles viales, sino con estrategias de movilidad que incluyan diferentes alternativas para transitar en la ciudad.