¿EL VOTO ÚTIL ES LA ÚNICA ALTERNATIVA PARA SUPERAR A MORENA EN ESTAS ELECCIONES?
En los años noventa, las naciones de América Latina experimentaron un fenómeno político que trajo profundos cambios sociales; bajo la premisa de la justicia social, la redistribución de la riqueza del Estado y la renovación moral, diversos grupos se hicieron del poder para formar gobiernos que prometieron una etapa de prosperidad y desarrollo a una ciudadanía harta de la corrupción, de las dictaduras y de las crisis económicas.
Ejemplo de ello fue Brasil, uno de los motores de la región, donde arribó un gobierno emanado de la lucha sindical y cuyos resultados están siendo cuestionados. Durante esa administración, 30 millones de brasileños salieron de la pobreza, los programas sociales como Hambre Cero se robustecieron. En 2007, Brasil era un gigante latinoamericano con un crecimiento del 5% anual, su Presidente era todo un líder mundial y encabezó la creación de un pequeño grupo de naciones emergentes que adquirían una relevancia global de importancia: los BRIC, integrado por Brasil, Rusia, India y China.
Pero el cálculo falló pues el modelo económico de Lula le apostó a la producción de las materias primas como motor del desarrollo, sin embargo, cuando los precios de los llamados commodities cayeron en el mercado global, el país entró en serios problemas. Además, el problema se acentuó a causa del exagerado optimismo del gobierno brasileño frente al Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, pues de las 56 grandes obras de infraestructura anunciadas sólo se terminaron 7 y el 80% del financiamiento salió de las arcas del gobierno.
Hoy, Brasil es una economía en recesión y el segundo país que menos crece en la región, sin contar a Venezuela; según datos oficiales, en 2015 y 2016, el país decreció un 3.5% y apenas el año pasado creció un 1% del PIB.
Pero uno de los grandes males que aqueja a Brasil es su elevada corrupción, que forma parte del día a día del pueblo brasileño; el actual gobierno de Michel Temer ha tenido que prescindir de siete ministros por diversas acusaciones de corrupción y el 60% de los integrantes del Congreso de ese país latinoamericano tienen procesos abiertos por actos ilegales.