Reflexionan sobre la falsa felicidad
La cinta mexicana Tiempo compartido ya recorrió varios festivales y ahora enfrentará al público mexicano
La película Tiempo compartido no sólo quiere atraer al público mexicano con los nombres de los actores que participan, como Luis Gerardo Méndez, Miguel Rodarte, Andrés Almeida y Cassandra Ciangherotti, sino atrapar con una historia que motive reflexiones en torno al capitalismo, la familia y los estereotipos.
La cinta del género drama, dirigida por Sebastián Hofmann, bajo la coproducción de México y Holanda, narra la historia de dos hombres de familia atormentados —un huésped y un empleado de limpieza— que unen fuerzas para rescatar a sus familias del paraíso, convencidos de que Everfields International, la siniestra administración del megaresort tropical Vista Mar, quiere quitarles a sus seres queridos.
“La película ha estado en varias partes del mundo, ya se estrenó en cines europeos y le fue muy bien. Es una película donde los críticos han sido buenos con nosotros desde que estrenamos en el Festival de Sundance; no es una película clásica en ningún sentido, está llena de riesgos y es interesante ver cómo la recibe el público mexicano”, dijo Sebastián Hofmann, director de la cinta.
Tiempo Compartido hace referencia a esos espacios que se promueven para pasar tiempo con la familia, y que en muchos casos provocan más ansiedad que tranquilidad a los que utilizan los complejos.
“La película habla de esos falsos paraísos que te venden. Es una crítica al capitalismo, y al consumismo. Retrata a dos padres de familia que están pasando por una crisis y están atrapados en este espacio, donde te hallas forzado a sonreír y pasarla bien. Desde que escribimos el guión era interesante ese conflicto dramático, de vivir una tragedia en un lugar que no puedes demostrar emociones negativas”. “Son mundos siniestros los tiempos compartidos, y que hay muchos en México. En Europa no se entendía muy bien el chiste, curiosamente siempre he tenido que explicar qué es un tiempo compartido, que es algo muy gringo. Sólo tocamos algo muy superficial, porque es un mundo siniestro con tácticas poco éticas de venta, que no se había explorado en cine”.
Es la historia de dos familias diferentes que viajan a un hotel; los choques iniciales por las diferencias permiten un proceso que las termina acercando.
“La vida tiene un poco de todo, como tensión, risas, ansiedad, tragedia y eso esta ahí, es como la atmósfera de la película. El tratamiento de la imagen es similar a un catálogo de vacaciones que muestran a la familia perfecta”, concluyó.