MENOS VIOLENCIA
Más de una persona se quedó en shock al presenciar el acto violento que unos seudoaficionados de futbol cometieron en la calle, a plena luz del día, con una patrulla que aparentemente va por refuerzos (o huye, según sea la percepción), ante la mirada atónita de quien sostiene una cámara y está registrando esta salvajada, porque no se le puede llamar de otra forma.
La noticia le dio vuelta al mundo. Nuestro futbol mexicano dándose a conocer con una “fanaticada” que está dispuesta a pegar, solapar, agredir a quienes portan una playera diferente.
Esta rivalidad alimentada por algunos comunicadores, ha dejado uno de sus peores saldos: el de un juego que lastima a la sociedad regiomontana que tanto disfruta del futbol.
Porque, para ser sinceros, el futbol no es el problema. El problema es que estamos creando condiciones para que cualquiera, bajo el pretexto de una pasión, sea capaz de comportarse de esa forma.
Pensemos en la N cantidad de agresores que están por la ciudad, que por sus circunstancias económicas, sociales o hasta emocionales tienden a cometer actos delictivos o violentos.
Lo que sucedió el domingo pasado no fue inaudito para quienes se están dando cuenta de la inseguridad en la que estamos viviendo.
Pensar en lo contrario no sólo debería hacerse sobre las medidas en el partido, sino lo que vamos a hacer gobierno y ciudadanía, con o sin, o afuera de los partidos de futbol.
No podemos seguir en esta incertidumbre de no saber cuántos posibles asesinos hay en la ciudad por no tomar medidas correspondientes para evitar que se presente la violencia.
“No podemos seguir en esta incertidumbre de no saber cuántos posibles asesinos hay en la ciudad”