Claves para derribar obstáculos que impiden ejercitarse
Un nuevo estudio revela que la actividad física no solamente genera un estado emocional sano, también mantiene el corazón en buenas condiciones
Tener una vida activa es sinónimo de buena salud y hasta de felicidad. La manera más natural para prevenir enfermedades cardiovasculares es ejercitarse, además de una alimentación balanceada; así, la actividad física es el mejor tratamiento contra la depresión y el ingrediente cotidiano que fortalece nuestro corazón.
En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebró el pasado 29 de septiembre, se dieron a conocer datos sobre cómo descifrar los vínculos entre un estado depresivo y el funcionamiento de este órgano vital.
Estudios han revelado que los pacientes con depresión corren un alto riesgo de tener arritmia. Otros reportes han señalado que la gente que desarrolla depresión, después de que se le diagnostica una enfermedad cardiaca, tienen el doble de posibilidades de morir por esta causa.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), de aquí a 2030, casi 23.6 millones de personas morirán debido a alguna enfermedad cardiovascular, como cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
Entonces, ¿qué podemos hacer para prevenir este oscuro escenario? Una de las respuestas es realizar ejercicio para reducir la depresión y mantener un corazón saludable, así lo indica un nuevo estudio publicado en la revista médica JAMA Psychiatry.
El coautor del reporte, el doctor Madhukar Trivedi, director del Centro para la Investigación sobre Depresión y Cuidados Clínicos de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas, destaca que las personas con depresión pueden con frecuencia hacer tres cuartos de la cantidad de actividad física recomendada.
“Mantener una dosis saludable de ejercicio es difícil, pero posible. Sólo se requiere más esfuerzo y atacar barreras únicas para ejercitarse regularmente”, menciona el especialista.
“Mientras más rápido obtengamos una buena condición, mayor será la posibilidad de prevenir la depresión, lo que a la larga nos ayudará a disminuir el riesgo de enfermedad cardiaca”, dice el Dr. Trivedi. Los investigadores que participaron en el estudio examinaron datos de casi 18 mil participantes, cuya salud cardiorrespiratoria se midió cuando tenían 50 años, en promedio.
Con el uso de datos administrativos de los historiales de Medicare de los participantes, los investigadores analizaron correlaciones entre su condición cardiorrespiratoria a los 50 y la prevalencia de depresión y enfermedad cardiaca en la vida futura.
En general, revelaron que los participantes con una buena condición física en la edad adulta tenían 56% menos riesgo de morir por una enfermedad cardiaca tras recibir un diagnóstico de depresión.
Los científicos también hallaron correlaciones con otras condiciones crónicas, como diabetes, obesidad y enfermedad renal.
Dichos padecimientos, según indican los autores, pueden afectar la eficacia de los antidepresivos. Para estas personas, el ejercicio puede ser el mejor tratamiento para la depresión.
“Hay evidencia suficiente para mostrar que el efecto de una mala condición física en la depresión y enfermedad cardiaca es real”, destaca el doctor Trivedi.