Consulta por el Tren Maya traerá costos políticos al nuevo gobierno
El presidente electo adelantó que el ejercicio de opinión se podría llevar a cabo en diciembre próximo o en enero de 2019
La aplicación de una nueva consulta para definir la posible construcción del Tren Maya –como lo hizo en su momento con el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM)– podría detonar un costo político negativo para el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, advirtieron expertos consultores.
La propuesta que dio a conocer recientemente el político tabasqueño para consumar o no el transporte de mil 500 metros que busca conectar Palenque, Chiapas, con Cancún, Quintana Roo, responde a la necesidad de que sea el pueblo quien defina el destino de obras públicas, por lo que el ejercicio podría llevarse a cabo en diciembre de este año o enero de 2019.
La directora general de la casa encuestadora Enkoll, Heidi Osuna, comentó que repetir el esquema de la consulta del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es arriesgar mucho capital político para el futuro presidente del país.
“Debe haber una autocrítica del presidente electo y su equipo sobre las observaciones que se hicieron a la consulta del NAIM, tanto en la opinión pública como de empresarios y no perder de vista las deficiencias”.
Asimismo, dijo que el nuevo ejercicio que se plantea se realizará cuando López Obrador ya haya tomado protesta como presidente, por lo que debe cuidar las críticas que se puedan dar, pues afectaría su nivel de aprobación entre la población –que actualmente es de 75%, de acuerdo con una reciente medición de la casa encuestadora.
“Su nivel de aprobación le da mucho capital político para no tener que hacer una consulta, pues la pasada lo desgastó. Al final del día es una decisión ya tomada por él y su equipo que debería seguir adelante. Me parece que hay decisiones que no necesitan ser consultadas sino tener estudios de impacto ambiental y de factibilidad, porque muchos ciudadanos desconocemos del tema y al hacer las consultas técnicas correspondientes ayudarán porque sabemos que hay zonas ecológicas en desafío y no tenemos suficiente información para crear un veredicto al respecto”, acotó.
En una entrevista con Publimetro, expresó que lo ideal sería que se aplique una encuesta, pues ésta ampliaría el porcentaje de participación, ya que para la cancelación de la mega obra en Texcoco sólo se tomó la opinión de 2% del padrón electoral, además de que saldría más barato, tomando en cuenta que el ejercicio levantado del pasado 25 al 28 de octubre costó entre millón y millón y medio.
“Creo que arriesga mucho con la consulta, tiene un capital político muy fuerte y no debería de arriesgarlo, pero si decide aplicarla debe ver los huecos y críticas por la consulta del NAIM, por las deficiencias en casillas, quiénes cuidaban la consulta y vigilar la participación de los militantes de Morena”.
Ante este escenario, Ricardo de la Peña, director ejecutivo de la consultora Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA), precisó que lo ideal –por la relevancia del proyecto– sería legislar previamente sobre la materia y luego sujetar la consulta a las normas que se aprueben.
“Esto sería lo que menos desgastaría al gobierno entrante y daría mayor legitimidad a la propia consulta y por ende al proyecto del que se trate, en este caso, el proyecto del Tren Maya”, apuntó.
“Una vez que tome posesión el presidente electo tendrá los recursos para hacer este tipo de ejercicios de manera institucional y no con la organización civil que se vio recientemente”
Enrique Calderón Alzati, presidente de la Fundación Arturo Rosenblueth