KENIA LÓPEZ
SENADORA DE LA REPÚBLICA POR EL PAN
En Acción Nacional hemos señalado reiteradamente que la marca del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto ha sido la corrupción. Escándalos como la casa blanca, la Estafa Maestra, los contratos millonarios de Odebrecht, entre otros son, sin duda, episodios lacerantes para nuestro país, que se volvieron “comunes” durante su administración. EPN termina su mandato como uno de los peores presidentes de la historia nacional y con la peor evaluación obtenida de los últimos cinco ex presidentes, de acuerdo con un estudio de Consulta Mitofsky, que indica que el 74% de los ciudadanos desaprueban su gestión en el último trimestre. Debemos recordar que su peor momento fue en febrero de 2017 y agosto de 2018 con el 77% de desaprobación ciudadana, en un entorno lleno de constantes señalamientos de corrupción e impunidad para los suyos. Todas y todos fuimos testigos del uso faccioso y reprobable que hizo de las instituciones del Estado para arremeter en contra del ex candidato a la presidencia del Frente, Ricardo Anaya. Recordemos que el Tribunal Electoral resolvió que la PGR había afectado la equidad de la contienda electoral al ser el instrumento de EPN para desprestigiar a un particular, priorizándolo antes que ocuparse en resolver casos como los de las casi 37 mil personas desaparecidas, sólo para que el candidato de su partido, se “mantuviera” en la contienda. Toda vez que aceptó la realidad de éste, se entregó al presidente electo, haciéndole el trabajo sucio para que Morena ganara no sólo la Presidencia de la República, sino también la mayoría en el Congreso de la Unión. Si el aún Presidente y sus amigos hubieran aceptado el tercer lugar que reflejaban las encuestas y no hubieran agredido sin sustento a Ricardo Anaya, estoy segura que la historia que se está escribiendo sería completamente distinta y digna para México, no una colmada de ocurrencias y caprichos, con un #CongresoAModo o un #FiscalCarnal, contra el que tanto nos opusimos en el PAN y que ya ha definido el presidente electo.