A LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA MEXICANA
Los tiempos cambian y la democracia, carta de sacrificio para el régimen gobernante, queda desprotegida ante los impulsos reformistas que al parecer no pueden esperar. Y es que a penas a siete meses de haber arrancado la nueva administración federal, el grupo mayoritario de Morena en ambas cámaras buscará cambiar el esquema electoral nacional eliminando, a su parecer, gastos incensarios.
Esta coyuntura olvida que la certeza y legalidad promovida por el sistema electoral nacional desde hace 30 años no tiene precio, ya que abrió espacio para la alternancia en el 2000, 2012 y 2018. Por ello, el modelo encabezado por el Instituto Nacional Electoral (INE) traza un firme camino hacia la libertad del pueblo mexicano para elegir a sus gobernantes.
Es cierto que aún falta mucho por andar en esta senda y que los cambios deben ser prioridad para perfeccionar el sistema democrático nacional, pero no sobre las libertades, ni sobre los aciertos que con hechos muestran su firmeza. En esta discusión que está por comenzar, los razonamientos que protejan a la crítica jugarán un papel fundamental para defender a México de los abusos del poder.
Tomando como guía estas ideas, se celebraron esta semana los foros de consulta para la reforma político-electoral en San Lázaro, donde se escucharon las opiniones de expertos en el tema. Quienes en su mayoría, convergieron en el falso ahorro nacional que representa borrar a los Órganos Públicos Locales (OPLES) del mapa electoral, dado que son estas autoridades donde se concentran las actividades electorales locales.