PEUGEOT RIFTER Y VW CADDY: LA LUCHA EUROPEA EN 7 PASAJEROS
Esta semana pude platicar con los amigos de Peugeot de México para conocer varios ángulos de su negocio, y uno de los temas principales fue el de Peugeot Rifter. La marca va viento en popa en camionetas y crossovers, un éxito que se basa en el conocimiento de clientes mexicanos por las versiones europeas de la marca y que encanta a quien las maneja. Hasta el próximo año veremos un modelo nuevo, pues tiene varios de reciente llegada y –en el mercado que cae– ellos están creciendo. Volviendo a Rifter, me di cuenta de que los vehículos de siete pasajeros están más demandados que nunca. Ellos lo que menos pensaron vender fueron 80 al mes en sus 45 puntos de venta (por cierto, tienen sólo 23 dueños, lo que hace que varios tengan al menos dos concesionarias), pero la cifra creció hasta 140 unidades. La pregunta surge del por qué el volumen, y se podría pensar que hay algún incentivo u oferta (que la verdad es muy difícil mantener durante muchos meses), pero la verdadera razón es que este tipo de vehículos y su capacidad para familias en México de más de cinco personas a precios contenidos desde 360 mil pesos a 400 mil, está creciendo en el país. El cliente quiere flexibilidad, capacidad y confort en este segmento de cinco asientos más dos en la parte trasera o gran capacidad de carga, lejos de grandes camionetas. El segmento crece, pues la demanda no es nada más en Rifter, la cual –por cierto– sólo tiene versión a diésel y su precio es un poco más bajo, si la comparamos con la VW Caddy, que es más larga y sí ofrece gasolina. Es decir, en la técnica son distintas, pero las une el hecho de que realmente son vehículos de negocio o carga, adaptados a gran confort para pasajeros. Bueno, pues la VW Caddy también ha tenido altas ventas. Quizá un problema de ambas es que los inventarios se subestimaron en ciertos meses y por ello compruebo que el mercado estaba ávido de este segmento y ahora está despegando muchísimo. Así, le cuento de la buena era de vehículos comerciales en la francesa y la alemana, van viento en popa y con mucho por crecer en el país.