NATALIE PORTMAN REGRESA A LA TIERRA
La actriz nos habla sobre transformarse en una astronauta en su último filme Lucy in the sky
Basada en la historia de Lisa Nowak –la astronauta que intentó secuestrar a uno de sus colegas en el aeropuerto de Orlando tras descubrir que la engañaba con otra– la cinta Lucy in the sky muestra el talento de Portman para exprimir las obsesiones humanas.
¿Cómo afrontaste la aventura de interpretar a Lucy, una mujer que enfrenta un reto mental y espiritual en su regreso del espacio?
— Realmente para mí lo importante fue retratar la crisis existencial que padece Lucy. Lo que ocurre cuando tienes una experiencia que te permite estar más viva que nunca. Parte de esa experiencia suya fue descubrir lo pequeños que somos y la poca importancia de nuestras rutinas dentro del universo. La relación que mantiene con el personaje de John Hamm, despierta dentro de ella algo que estaba dormido porque
entiende en su viaje que nada importa, que puede hacer lo que le dé la gana. Lucy está luchando por dar sentido a su vida. Quiere encontrar sentimientos parecidos a lo que ha vivido en el espacio y, sin embargo, nada parece llenarla.
¿Rodar la película en orden cronológico, influyó en tu actuación?
— Mucho. Fue complicado grabar en orden cronológico porque exigía una gran concentración. La dirección de Noah fue muy específica porque construyó la narración de una forma donde Lucy está cada vez más prisionera de sí misma. Como actriz, sentía el lazo alrededor del cuello mientras iba acumulando la ansiedad del personaje.
Vuelves a interpretar a una mujer independiente con problemas psicológicos.
— Lo que aprecio de esta película es que, a veces, cuando se retrata a una mujer astronauta la describen con un hijo en la Tierra y ese es el único drama posible porque se pasa el tiempo pensando en su familia. Poder interpretar a una mujer que permanece libre de ese conflicto y que se enfrenta a otro tipo de drama, como es experimentar
una crisis existencial, me pareció bastante radical y muy significativo.
En la cinta vemos que Lucy está al borde de la psicosis, ¿investigaste sobre enfermedades mentales?
— Sí, porque entre lo que le ocurre se encuentra parte del comportamiento humano cuando se vive una experiencia de esa dimensión. En el caso de Lucy, quise darle más profundidad, no es un trauma único, ni su comportamiento está marcado únicamente por sus horas de dormir o el dolor de la pérdida de su abuela, al contrario, son muchas cosas. Sin duda hay un elemento de inestabilidad mental, aunque no creo que sea el único motivo por el
que responde de la forma en que lo hace.
¿Cuál fue el mejor momento del rodaje?
— Las abejas. Esa escena fue una de las experiencias más mágicas que he tenido en mi vida. Todavía estoy agradeciendo a Noah por permitirme vivirla. Fue increíble estar en mitad del campo rodeada de abejas, fue surreal.
¿Consideras que Lucy in the sky es un filme feminista?
— Todas las películas que se hacen sobre una mujer retratan su complejidad y, sin duda, hay un elemento de intencionalidad específica al mostrar sus defectos y sus virtudes, incluso su vanidad. Y sí, es un filme feminista, pero de otra clase.
¿Te entrevistaste con algún astronauta?
— Sí, tuve la suerte de visitar la NASA y hablar con algunos de los astronautas que, gentilmente, me dieron un tour por las instalaciones. Muchos de ellos han estado en la Estación Espacial y me contaron su experiencia. La mayoría coincidía en la dificultad de volver a caminar una vez que regresan porque el cuerpo necesita un periodo de adaptación a la gravedad de la Tierra y hay todo un protocolo psicológico por cómo les afecta social y mentalmente la experiencia.
¿Intentas proteger tu imagen pública?
— Sí. Creo que es importante mantener la distancia entre la vida privada y la profesional. Soy una artista que respeta al público, pero con ellos quiero compartir mi trabajo, nada más.
¿Te has sentido alguna vez como un símbolo?
— Cuando sabes que eres un símbolo es difícil mantener tu humanidad. Tu imagen se convierte en un maniquí en manos de otros. Esa imagen es pura ficción.
¿Luchas por la equidad de salarios en Hollywood?
— Por supuesto. Soy solidaria, soy consciente del simbolismo que existe cuando una actriz famosa pelea por sus derechos y, por supuesto, entiendo que hay mucha gente mirando a nuestra comunidad. Considero que esa es una lucha que cada uno debe hacer a título personal.
Has dicho que te dio miedo interpretar a Lucy, pero no pareces una mujer
miedosa.
— Soy una mujer con muchos miedos, pero no tengo ninguna fobia problemática. Mis miedos son los típicos de muchas mujeres; siento que no soy lo suficientemente decidida o lo suficientemente competitiva, y siento que no escucho tanto como debería a mi voz interior. Cuando era adolescente, me daba miedo entrar en la edad adulta, ahora me da miedo enfrentarme a mis decisiones y medir las consecuencias de cada paso que doy.
“Cada persona es una constelación de problemas, por ponerlo en una frase que se relaciona con el espacio”