¿MÉXICO PODRÁ BLINDAR SU ECONOMÍA ANTE UNA RECESIÓN GLOBAL?
La economía mundial atraviesa por una circunstancia difícil que se ha venido advirtiendo de tiempo atrás. La disminución del consumo y la consecuente desaceleración en el ritmo de producción, junto con decisiones unilaterales de algunos países que ponen obstáculos al comercio internacional, constituyen factores que están frenando los procesos productivos y económicos en todas partes.
México no es la excepción de lo que ocurre en el resto del mundo y más aún cuando nuestros principales socios comerciales también atraviesan por circunstancias complicadas. No obstante, debe reconocerse que la economía mexicana se inscribe entre las 15 más importantes del orbe y, por tanto, tiene una gran fortaleza y ofrece grandes oportunidades.
Sin duda, lo que está sucediendo a nivel mundial nos afecta y ha limitado la tasa de crecimiento, esto es un elemento de referencia de la macroeconomía, aunque no necesariamente es un dato determinante para diagnosticar las condiciones de la economía nacional. Lo que en realidad debe interesarnos –y debe ocupar a todos– es el nivel de desarrollo.
En ese sentido, México es un país con un enorme potencial que debe ser impulsado de manera firme y sostenida. Mientras en otras latitudes hay preocupación, porque hay datos que muestran que este año la economía crecerá muy poco, en el nuestro existe confianza, pues hay inversión y la mayoría de los indicadores señalan que tenemos estabilidad.
Aún así, es conveniente mantenernos no sólo atentos, sino que es indispensable actuar con prudencia e imaginación para mantener los empleos y reactivar la economía. Se trata de actuar con responsabilidad y aprovechar las oportunidades que en estas circunstancias siempre surgen. La fortaleza económica, la confianza de los inversionistas, el compromiso de los trabajadores y la responsabilidad gubernamental son los elementos con los que el país se puede blindar y superar con éxito los momentos difíciles por los que atraviesa la economía internacional.