VANESSA RUBIO

SENADORA DE LA REPÚBLICA POR EL PRI

Sin duda, siempre es mejor hacer algo que no hacer nada. Llevamos un año, y durante este tiempo se pasó de romper el récord en la creación de empleo (con 4 millones 61 mil 243 puestos en seis años), a crear tan sólo 109 mil en 9 meses, cuando debieron de haberse creado más de 700 mil.

El crecimiento del empleo manufacturero descendió al ritmo más bajo desde la crisis de 2008, la inversión extranjera directa decreció -15.2%, la construcción cayó -5.9%, la inversión cayó -9.1%. Todo lo anterior indica que no se está generando confianza ni al interior ni al exterior para que se considere a México como un país seguro para invertir y generar empleo.

Mientras este 2019 nos encontramos con una muy buena economía internacional, fuimos nosotros los que nos empeñamos en cero crecimiento económico. Ahora sí, el siguiente año vienen muchos nubarrones económicos internacionales que generarán mayor incertidumbre y terminarán afectando a nuestra economía.

Todos los años, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se reúnen en Washington con el fin de analizar los avances de la economía mundial, el desarrollo internacional y los mercados financieros globales. En su última reunión, de octubre pasado, nos dieron malas noticias, porque creen que este 2019 la economía mundial crecerá menos, generando un efecto dominó, y que América Latina en vez de crecer 0.6%, como se pensaba en julio, crecerá sólo 0.2%.

Ante este escenario, México debe generar políticas internas que promuevan confianza para que no falte la inversión ni la creación de empleos, además de que deben estar enfocadas en mantener unas finanzas públicas sanas. A finales de 2018 contábamos con un colchón de 279 mil 771 millones de pesos que podría subsanar el impacto de un choque externo en nuestra economía, hoy contamos con menos de la mitad de ese colchón que, sin duda, nos hará falta para estar preparados ante la inminente crisis mundial que se avecina.