El gobierno también se lava las manos
No sólo podemos utilizar el término “lavarse las manos” en estos momentos de pandemia como una manera efectiva de contrarrestarla, también podemos ver cómo el gobierno federal se “lava las manos” para trasladar la responsabilidad del semáforo epidemiológico a los gobiernos locales. Después de meses de contradicciones, cambios de señales, molestia por parte de los funcionarios federales por los cuestionamientos de los medios y un sinfín de cambio de fechas para llegar a la llamada nueva normalidad, el gobierno optó por dejar de ser responsable de la salud de sus gobernados. La falta de coordinación que se vive es notable, los gobiernos locales están rebasados y las señales para los ciudadanos son sumamente confusas. Vemos a un presidente que, de manera irracional, inicia sus giras presidenciales cuando el país entero se encuentra en semáforo rojo, incitando a los ciudadanos a salir a las calles, aún cuando no se ha visto el pico de la pandemia. La confusión es tal que notas periodísticas señalan que para muchos de los ciudadanos la pandemia ha terminado esta semana, vemos en las calles de distintas ciudades un incremento en la movilidad diaria, aún cuando la autoridad local ha señalado que no estamos en condiciones de relajación. Difícil para los gobiernos locales tener a un jefe de estado que, lejos de ayudarles, les provoca más problemas. El reinicio de las giras presidenciales se dan por una razón, al presidente Andrés Manuel López Obrador le urge salir de Palacio Nacional a continuar su campaña que parece no concluye jamás.