Y usted: ¿Cómo discrimina?
En el lenguaje cotidiano en nuestro país hay frases que llevan a la discriminación, al clasismo, a la polarización, a la desigualdad. Aquí algunas, ¿le suenan? “No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”. “Se fue como las chachas”. “El niño es morenito, pero está bonito”. “Cásate con un güero para mejorar la raza”. “Trabajo como negro para vivir como blanco”. “Nunca falta un prietito en el arroz”. “¡Ah, cómo eres indio!”. “Se viste como las gatas”. “Me engañaron como a un chino”. “Calladita te ves más bonita”. “Pelo a la cintura, naca segura”. “Lo bajaron del cerro a tamborazos”. “Traes el nopal en la cara”. “Hay que mejorar la raza”. “Hueles a rancho”. “Vieja el último”. “Pinche indio”. “No llores como niña”.
Para nadie es un secreto que la discriminación, el racismo y el clasismo prevalecen entre nosotros, y es un problema que no ha logrado erradicarse. La discriminación, el clasismo y la xenofobia es una construcción social, no nacemos con ella. Lo aprendemos. Lo replicamos. Aprendemos a discriminar por razones de edad, de género, por preferencia sexual, por origen étnico, por características físicas, por condición social, por nacionalidad, por creencias, por discapacidad y enfermedad, sin olvidar el sexismo lingüístico, palabras y frases que discriminan y desvalorizan a ambos géneros, entre muchas otras. Al clasismo y al racismo se suma la violencia de aquellos que denigran, humillan y desprecian a una persona por su condición social. El racismo es, a su vez, la discriminación por motivos de pertenencia a otra raza; mientras que el clasismo es la discriminación por motivos de pertenencia a otra clase social: ambos están enraizados en nuestra cultura. La Cuarta Transformación ha promovido el desarrollo de un modelo económico más igualitario, como eje para combatir justamente esta diferencia entre las élites y los grupos marginados en lo económico, cultural y social que llevan a la discriminación. La propuesta de esta administración consiste en establecer un estado de bienestar igualitario y fraterno para garantizar que las personas pobres, los débiles y los olvidados encuentren protección ante las incertidumbres económicas, desventajas y desigualdades sociales que los aquejan.