Publimetro Merida

( y para tu bolsillo)

Adiós a las bodas fastuosas y hola a las ceremonias más íntimas.

- LUZ LANCHEROS

En la vida todo cuesta: nacer, morirse e incluso casarse. De hecho, para ser felices y comer perdices en Estados Unidos, en promedio se deben invertir más de 32 mil dólares (y por barato que salga el evento), según el portal The Knot, que hizo un estudio de bodas con 13 mil eventos en Estados Unidos. Por eso, para los que organizan los “felices para siempre” casarse es un negociazo que representó, tan solo en 2016, 72 billones de dólares en ganancias, según un reporte de la consultorí­a IBISWorld. Vestido, pastel, DJ, fotógrafo, comida, pelo, maquillaje, decoración… todo es un universo exquisitam­ente planeado para el gusto de los contrayent­es. Y así se cobra, sin contar el estrés tan inmenso que hay a la hora de hacer todo para que lo disfruten otros.

Pero ahora muchos están diciendo basta. No solo porque no se casan –de hecho prefieren posponer la boda para convivir antes en pareja– sino porque no hay dinero, sobre todo con una generación más comprometi­da financiera­mente y más centrada en lo experienci­al. De hecho, IBISWorld muestra que los réditos para los wedding planners van a bajar para 2021. Pero para eso ya también hay negocio y adaptación: ahora existen las “Microweddi­ngs” o “Micro-bodas”, en las que lo personaliz­ado y lo customizad­o predominan por encima de lo fastuoso. Julián Posada, wedding planner y experto en bodas Entonces, en el auge de la era de la economía compartida, si hablamos de bodas, vemos desde lo DIY ( Do It Yourself, hazlo tu mismo), en lo que predomina lo distinto. Casarse en un bosque, hacer ellos el cattering. Pinterest como punto de aproximaci­ón para inspirarse en comprar o rentar un vestido. Hay menos invitados. La decoración puede ser comprada en Etsy y si uno quiere casarse como Darth Vader, puede hacerlo. Las bodas, al fin y al cabo, se acomodan al gusto de sus protagonis­tas.

“Hay factores de todo tipo, aunque aún prevalecen las bodas con bastantes invitados, diría que se dan dos tipos de situacione­s: los novios que deciden hacer una boda íntima y pequeña y los que una vez realizada esta boda, realizan de todas maneras una fiesta más numerosa. Para que esto suceda influyen factores como el dinero o el deseo de invertir el costo de la boda en una luna de miel más “experienci­al”, también sucede que la gente no se quiere involucrar en una fiesta y lo que ello implica, o simplement­e porque a veces no les gusta el formalismo que un evento como una boda implica, pues por más relajado que sea, esta tiene ciertos protocolos”, explica a Publimetro el wedding planner y experto en bodas Julián Posada, quien también afirma que una boda “pequeña” es relativa: “Habría que definir que es pequeño. Por ejemplo hay bodas de 20 personas, a ellas asisten sólo las familias, padrinos e íntimos amigos. También de 80 o 100 personas, si las familias y amigos son un poco más numerosos, en la actualidad los protocolos no necesariam­ente los dicta el tamaño de la celebració­n, más bien los dicta el carácter de la pareja y su estilo de vida, desde ahí se deriva la selección del lugar, el ambiente, la comida, la música y la decoración”, afirma.

Sin embargo, Posada indica que hay una tendencia a hacer las cosas menos tradiciona­les y más cercanas hacia lo natural. Las playas y los paisajes desplazaro­n a la capilla y al juzgado, porque se busca hacer de este evento algo memorable, sobre todo para quienes lo protagoniz­an. Los bosques, el campo y el verde son una constante. “Hoy hay un enorme deseo por casarse al aire libre y hacer bodas más bohemias, (por lo menos las parejas que trabajan conmigo así lo manifiesta­n), hay una intención por despojar el evento de excesos de formalismo­s y ser más cercanos a la vida real”, enfatiza. “Las parejas en general quieren encontrar lugares que les cuenten historias, lugares en los cuales puedan construir una narrativa y unas experienci­as creíbles”.

¿Casarse a lo grande o casarse en pequeño? Todo hoy es válido. Lo importante, como dice el dicho popular, es que la fiesta no sea para que otros vayan a comer y a criticar, sino para que todos gocen y sea siempre un gran recuerdo.

Muchas páginas de Internet tienen secciones bridal que van desde el vestido clásico hasta un vestido más de tendencia. Pueden conseguir todo desde Asos, Modcloth, Etsy… vintage, etc. Lo que hay son opciones.

Bosques, playas, casas. Lo ideal es personaliz­ar la boda de sus sueños.

“Las parejas en general quieren encontrar lugares que les cuenten historias, lugares en los cuales puedan construir una narrativa y unas experienci­as creíbles.”

Desde el picnic por parte de los invitados, hasta comida menos fastuosa y más casera, o incluso cupcakes, todo se vale. Lo ideal es pasarla bien.

Flores, motivos geeks como Star Wars o Marvel. Depende de lo que se quiera.

DJ, conjunto invitado, música en vivo, todo está abierto dependiend­o del presupuest­o y la experienci­a.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico