Apuestan por el pueblo estadounidense para frenar políticas en la frontera
Así lo cree Fernando García, fundador y director ejecutivo de la Red Fronteriza de Derechos Humanos, entidad que cumple 20 años trabajando en educar y organizar a los residentes de la zona y los migrantes
El drama de la frontera de Estados Unidos y México no es nuevo, pero la administración de Donald Trump lo ha exacerbado con la separación de niños y padres migrantes, con las imágenes de niños en jaulas; “una infamia que no la van a solucionar los políticos, sino el estadounidense común”, dice Fernando García.
Uno de sus frentes de lucha es el combate a la militarización de la frontera. “Esta frontera ahorita es una de las más militarizadas del mundo con miles de agentes fronterizos, con armas de alto poder, sistemas de aviones no tripulados. Todo eso es una guerra en un país donde no hay conflicto, en este caso con México, pero la guerra se da contra los migrantes”, denuncia.
Describe cómo la situación en la frontera empeoró con “la promesa de campaña del presidente Trump”. Siendo candidato, “utilizó a los mexicanos y los migrantes como su bandera de campaña de una manera extremadamente negativa. Él empezó a poner una narrativa en la que decía que los que cruzaban la frontera eran criminales, eran violadores y prometía no solamente el muro, es importante decir eso, (...) prometía la deportación de cinco millones de personas que vivían en este país”.
Su agenda antiinmigrantes comenzó cabildeando para el financiamiento público de un muro, lo cual no ha sucedido, pero “le quita o quiere quitarle a los soñadores su sueño, a los dreamers trata de eliminarlos, de ponerlos de nuevo en la ilegalidad. Luego empezó a ordenar a sus oficiales de inmigración en la frontera y en el interior a hacer redadas a lo largo del país tratando de arrestar a personas sin documentos. Pero como él no tiene el dinero para conseguir más agentes para las redadas, promueve una nueva política basada en las policías locales y estatales para que hagan trabajo de inmigración”, detalla el activista.
García señala que se aprobaron leyes estatales, como en Texas, donde a los policías se les da la autoridad para preguntar por papeles. “Él ya empieza a tener su fuerza de deportación incluyendo a las policías locales. Policías que deberían estar protegiendo la seguridad de todos, ahorita en Texas esos policías pueden pedir papeles bajo una ley que se llama SB4”, indica añadiendo que, además, desplegó a la Guardia Nacional en la frontera.
Para García, todo es parte de una agenda. “Pero la gota que derramó el vaso fue la implementación de este programa que se llama cero tolerancia, que esencialmente dice, y la administración lo plantea así, que cualquier persona que cruce sin documentos entre los puertos de entrada, va a ser enjuiciada criminalmente, la van a mandar a la corte y les van a poner cargos. Ahí es donde entra el Departamento de Justicia, que ahora pone sus recursos para enjuiciar a cada persona, aunque sea la primera vez que entre o aunque venga pidiendo asilo político. Lo cierto es que en las leyes de inmigración, cruzar la frontera sin documentos es una violación administrativa, como pasarte el alto, como ir arriba del límite de velocidad, sin embargo, lo que está haciendo Trump es criminalizar ese acto”, explica el activista.
“La consecuencia de ello es que familias completas terminan detenidas. Siendo no suficiente eso para Trump, ahora dice ‘voy a separar a los niños de esas familias que están detenidas’. A los padres en unas cárceles y a los niños en otras cárceles. Dicen que lo hicieron para disuadir a otras familias que vayan a cruzar. Es una estrategia inhumana, dura, aberrante que es lo que hizo que se levantara este enojo en Estados Unidos”, añade.
García expresa que no es la primera vez que se separa a los padres y los hijos detenidos cruzando la frontera. Pero ahora, “el país descubrió que hay niños que estaban en jaulas separados de sus papás”, lo que, según García, “tocó un nervio del país y la gente empezó a reaccionar. Ha habido una reacción muy fuerte de todos los sectores de que esto es una política inhumana”.
“Trump se echa para atrás tantito, firma una orden ejecutiva, que dice voy a reunificarlos, pero no detiene el programa de cero tolerancia ni para la detención de familias, lo único que está planteando Trump es reunificar a esos niños que han separado, pero en la cárcel. Van a seguir en la cárcel, pero ahora junto con sus papás”, lamenta García.
Resulta que después del anuncio de reunificación de Trump, la administración no cuenta con un sistema efectivo para reunir a cada padre o madre con sus hijos. “Creo que la intención de la administración no ha sido realmente la reunificación de las familias”, manifiesta García, quien señala que la administración Trump utilizará bases militares como centros de detención.
Una de esas bases está en El Paso, Fort Bliss, donde se prevé que se custodien a entre siete y doce mil familias. “En vez de solucionarlo, lo que hace es expandir la detención de familias, pero ahora en centros militares. ¿Cómo se ve eso, el tener familias en centros militares?, la percepción que te da es que son criminales, que son una amenaza a la seguridad nacional, cuando son trabajadores, son unos migrantes como vinieron a Ellis Island hace mucho tiempo”, defiende el activista. García explica que es necesaria una reforma migratoria justa.
“Nosotros, a lo que le estamos apostando es que el país, no Trump, el país se está dando cuenta de que estas políticas son aberrantes. Va a ser el país, no van a ser ni tan siquiera los demócratas, ni ningún partido, va a ser el país, otros sectores, los que se van a dar cuenta de que no es posible que EU represente esos valores de encarcelar niños, de construir muros, de perseguir familias, eso no es lo que Estados Unidos ha sido. No son esos los valores que apreciamos”, concluyó.