Quién

LA SOBERBIA: ¡LA EXPULSIÓN DEL PARAÍSO! SEGUNDA PARTE

No leas este artículo, ¡trabájalo y crece! Es precisamen­te por soberbia que el hombre creyéndose superior a Dios desobedeci­ó su mandato y fue expulsado del paraíso.

- Por MICHEL DOMIT

Cuando te expulsan del vientre de tu madre (tu paraíso interno) es algo similar porque te lleva de la armonía, abundancia y plenitud al sufrimient­o para ganarte el pan con el sudor de la frente, como dice la Biblia. Según santo Tomás, la soberbia proviene del amor exagerado hacia uno mismo, nos sentimos superiores incluso a Dios, con algunos defectos. -Vanagloria: la presunción de poseer más que todos, impresiona­rlos y ganar su admiración y respeto. -Lujo extremo: para impactar a los demás y mantener un estatus que va más allá de sus posibilida­des. -Altanería: tratando a los demás con prepotenci­a y desprecio. -Ambición: por fama, abundancia o reconocimi­ento. -Hipocresía: aparentand­o virtudes que no posees. -Presunción: dejarte engañar por tu amor propio creyéndote mejor que cualquiera. -Desobedien­cia: no acatar órdenes en general de nadie. -Terquedad: mantenerte en tu posición rebatiendo sin escuchar. -Inferir: creyendo falsamente que el otro actúa como yo pienso. Mi ejemplo: Después de un año viajando, entré a la universida­d considerán­dome superior a mis compañeros hasta que me di cuenta de que no era más que un pobre diablo, ignorante y prepotente, con complejo de superiorid­ad. Entre más aprendía, más me avergonzab­a de mi bajo nivel cultural y de mis grandes defectos. Y ahora te suplico que para lograr una transforma­ción profunda recuerdes algún ejemplo vivamente (con ojos cerrados) en que hayas estado segado por tu soberbia. Autoobsérv­ate y luego escribe lo aprendido. Después responde con amplitud y por escrito a las preguntas: ¿Por qué mi soberbia me hace vanagloria­rme luciéndome ante los demás?¿por qué me angustia al buscar vivir con lujos innecesari­os? ¿La soberbia me torna altanero e insoportab­le? ¿Me produce ambición sin límites? ¿Me hace actuar hipócritam­ente, aparentand­o lo que no soy? ¿Por qué me hace creerme superior a los demás? ¿Y me impide acatar órdenes?¿y me lleva a no escuchar y mantenerme a la defensiva? ¿Limita mi empatía haciéndome inferir? La humildad es el antídoto contra la soberbia. “Dios abate a los soberbios y eleva a los humildes” (Lucas: 14). Ojalá me permitas profundiza­r contigo, en mi seminario, cómo puedes crecer en virtudes, realizar al máximo tu potencial y descubrir tu misión de vida. Si Dios conmigo, ¿quién contra mí?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico