DIARIO DE UN LÍDER
Fotografías: víctor deschamps.
Amante de la innovación y los retos, Hernán Junco descubrió un mercado que en antaño fue potencial y que hoy podía retomar su gloria de lujo y elegancia: el calzado slipper. “Estudié Comercio Internacional porque siempre me han gustado los viajes, amo el comercio y las ventas. Hoy creo que no me fue mal porque lo aplico a diario; fue una buena decisión”. Romero + Mcpaul nació cuando fue a estudiar a Boston, donde desarrolló un gusto –casi una fijación– por este tipo de zapatos. “Tuve una novia bostoniana y sus amigos eran de estilo Ivy League, todos estaban en universidades de este tipo y usaban sus slippers con el escudo de armas de su familia o de su universidad, y eso me marcó. Ocho años después me compré mi primer par, entonces pensé que este concepto no estaba en México y que podía ser un gran mercado por el estilo de vida que gira alrededor de él”.
ROMERO + MCPAUL SON DOS GRANDES AFICIONES QUE YO TENÍA: LOS VIAJES Y EL ESTILO DE VIDA DONDE SE PROYECTA EL LUJO”.
En el tema financiero, Hernán proyectó que no solo se trataba de una oportunidad de negocio en México, sino a nivel internacional. “Actualmente estamos importando y exportando, tenemos presencia en Australia, Corea del Sur, y próximamente estamos planteando la apertura de una boutique en Sidney. Inicialmente, lo natural era comenzar con el mercado mexicano, pero la idea es seguir creciendo y tener presencia en más países para volvernos algo muy grande”.
TRADICIÓN CON MODERNIDAD
Hoy, su visión como empresario va en aumento y a la par tiene otros negocios. “Le dedico mucho a Romero + Mcpaul porque yo lo cree, pero estoy enfocado en crecer como hombre de negocios, por eso tengo otra compañía de yates, The Yachtsetter, y acabo de integrarme al consejo de administración del negocio de mi papá; quiero hacer más en todos los ámbitos. Para Romero + Mcpaul el plan es crecer dentro y fuera de México a través de boutiques propias, distribuidores o puntos de venta en boutiques multimarca.
En su empresa la innovación es clave, “el slipper fue el producto con el que comenzamos, fue un boom; me atrevo a decir que existían 10 familias en México que los conocían y usaban, y seguro los hacían con su zapatero en Londres. Hoy, el negocio ha madurado y el slipper, aunque sigue siendo fuerte, ya no es el centro de la compañía, tenemos trajes de baño, t-shirts con look australiano, sneakers, zapato casual y de vestir. Aún cuando nos consideramos una marca clásica al no seguir tanto las tendencias, nos hemos renovado”.
El nombre no lo creó Hernán pero hizo la mayor aportación, “me acerqué con una firma de diseño creativo y ellos me hicieron la propuesta de Romentino + Mcpaul, pero no lo vi funcionando dentro de la marca. Elegí dejarlo como Romero porque es una planta que crece en las costas, y va ligada a los tres pilares de la firma que son navegación, realeza e Ivy League. Así lo relacionamos todo, pues nuestro logo es un romero y Mcpaul tiene una connotación de herencia y legado”.
La inspiración para cada colección llega con cada viaje, “me considero, más que un diseñador, un visionario y un emprendedor. Estuve siete meses fuera del país y visité Fiji, Australia, Nueva Zelanda, Los Ángeles, y en cada destino siempre estoy muy alerta para imaginar nuevas creaciones. Tengo un equipo que me ayuda a bajar las ideas; al regresar les comparto mi inspiración y ellos le dan vida a los diseños de los slippers. Como equipo no tenemos un tiempo estimado de creación porque no salimos con las temporadas; un diseño se realiza sin un proceso organizado, simplemente nace”.
Al final, Romero + Mcpaul se define como Hernán Junco y sus aficiones personales, “a la gente le gusta y me sigue. Hemos creado un concepto interesante que comunica algo distinto, y eso es lo que nos ha permitido tener éxito”.
“ME CONSIDERO MÁS QUE UN DISEÑADOR, UN VISIONARIO Y UN EMPRENDEDOR”.