Lo que pesa más que el peso
Más allá de adelgazar, se trata de sentirse mejor y la prueba VERITEST te ayudará a conocer qué ingredientes te sientan y cuáles no.
Hace poco, me enganché con los masajes reductivos, un método que ayuda a eliminar la grasa localizada. Así que cuando vi que un spa en Valle de Bravo lo ofrecía, no dudé en apuntarme. En plena sesión, la terapeuta me dijo intranquila: “No me preocupa la grasa, sino la inflamación en el colón. ¿Esto es regular?”... Asentí con una normalidad como si me hubieran preguntado mi edad.
En realidad, vivo con colitis— o vivía (sin afán de convertirme en infomercial)—. En ese momento, me resonaron las palabras que escuché en un evento de belleza al que fue la nutrióloga Regina Marcos : “Vivir con colitis NO es normal, pese a lo que los mexicanos estemos acostumbrados”, sobra decir que reí a carcajadas como si se tratara de una standupera.
Ya había escuchado de VeriTEST, hacía 10 años, cuando empezaba. Una tía me contó que había bajado de peso con una prueba que revela los alimentos a los que eres sensible. “¡Magia!”, pensé. Con esto en mente, me acerqué a este centro con el objetivo de bajar algunos kilos, pero después del tratamiento me di cuenta de que hay cosas que pesan más que el peso: mi bienestar.
Llegué al consultorio en Montes Urales y me llevaron a un pequeño cuarto donde me picaron el dedo índice y me sacaron doce gotas de sangre que después serían enviadas al laboratorio US Biotek, en Washington. Tres semanas después de que analizaran la reacción de mi muestra ante un panel de diferentes alimentos, llegué a la consulta con la nutrióloga Alexandra Drijanski, socia fundadora, para que me explicara mis resultados y creara una dieta basándose en ellos.
TACHANDO LA LISTA DEL SÚPER
En esta lectura entendí que más allá de hablar de adelgazar, es sentirme mejor. “No es una dieta, es una herramienta para saber qué alimentos te están generando inflamación”, reveló Alexandra. La nutrióloga me contó que cuando ella se hizo la prueba había salido sensible a la lechuga, pepino y tomate. ¿Quién lo diría? Al parecer, todo es relativo y personal. Mi reto: eliminar el huevo por seis meses. Eso significa no pan de hamburguesa, brownies o desaynar claras de huevo. Es difícil porque se encuentra hasta en la mayonesa spicy de mi rollo de sushi consentido. Al hacer este esfuerzo, vi una mejora en mi piel, me sentía con más energía y he sentido un alivio en el estómago. No se trata de dejar de comer, sino de hacer una lista del súper adecuada y personalizada. Repito, “magia”.