MARÍA DEL CARMEN FÉLIX
ACTRIZ, 36 AÑOS
¿Cuándo entendiste quién era María Félix para todo México?
Tomé dimensión de eso cuando concursé en Nuestra Belleza México en 2002, representando a Sonora. Y fue cuando sucedió lo de su fallecimiento y los problemas de la herencia. Ahí fue el impacto y fue uno muy violento, porque me preguntaban sobre cosas que yo no tenía conocimiento alguno.
¿Cuál es el aprendizaje que te dejó?
Algo que le admiro muchísimo es a nivel de mujer: ese arrojo y valentía que tuvo para ser quien ella quería ser. Vivía en un tiempo en que estaba tachadísimo tener inquietudes y aspiraciones si eras mujer. Lo que más me inspira de ella es acordarme de su carácter.
¿Hay algún guiño de ella presente en ti?
¡La ceja! Mi maestra de teatro siempre me decía: “Ahí va la ceja”, porque cada vez que me emociono la levanto como ella. Cuido mucho no hacerlo y mantener una neutralidad.
¿El talento se crea o se hereda?
Hay una frase de Picasso que me encanta: “Si llega la inspiración, que me encuentre trabajando”. Creo que sí, ciertos seres nacen con capacidades artísticas, pero si el talento no se trabaja, muere.
¿Esos guantes eran de ella?
Mi abuela, prima hermana de María, recibió de ella estos guantes, que eran de un vestido que le encantaba. Mi abuela se los dejó a mi papá, y él a mí.
“Tengo confianza en mí, en la carrera que me estoy forjando y ha sido bien padre. Esto soy, una actriz” —María del Carmen Félix