AXEL MUÑIZ CANTANTE, 25 AÑOS

¿Cómo es el vínculo entre tú, la música y tu abuelo?

De chiquito me llevaban a ver a mi abuelo a sus conciertos. Era increíble mirarlo en el escenario, cómo le aplaudían y cómo la gente le tenía muchísimo respeto. Siempre tuve la ilusión de subirme a cantar con él, pues a los 3 años ya me sabía todas las canciones.

¿Cuál es tu mejor recuerdo de él?

Hace poco estuvimos de gira juntos y conviví con él más que nunca. Literal, estabamos todo el día pegados: comíamos, cenábamos, platicábamos historias y anécdotas.

¿El mejor consejo que te ha dado?

Él nunca ha sido regañón conmigo. Siempre me llama para decirme cómo moverme. El consejo que más me ha servido es sobre el movimiento de las manos en el escenario. Me dijo: “Tú muévelas como si estuvieras en la sala de tu casa. Observa cómo platico ahorita y luego me ves en el escenario”.

¿El apellido pesa?

A mí sí me gusta muchísimo que en las entrevistas recuerden a mi padre [ Jorge Coque Muñiz] o a mi abuelo con muchísimo cariño. Nos llevamos muchos años de diferencia y ellos son artistas consolidados, mientras yo estoy en mis primeros pasos.

¿Y esa guitarra?

Mi abuelo se la dio a mi papá y yo a veces se la robo. Me encantan las guitarras, me apasionan y las colecciono. Tener una de mi abuelo es algo que me gusta muchísimo.

“Ésta es una carrera muy difícil, con muchos altibajos, pero estoy feliz porque he tenido la oportunidad de componer canciones” —Axel Muñiz