SAÚL ‘EL CANELO’ ÁLVAREZ: "Cuando no tienes nada que esconder, la verdad sale"
Tras la cancelación de su pelea en Las Vegas, el campeón nos dio, en exclusiva mundial, su versión de los hechos
En exclusiva, Saúl Canelo Álvarez habla con Quién sobre el momento más complicado de su carrera. Tras dar positivo en un control antidopaje, y la cancelación de su pelea, revela la preocupación y el dolor de ver su reputación puesta en duda.
el teléfono vibra y suena. Una y otra vez. Y vuelve a sonar. Nadie contesta hasta que, por fin, Saúl Álvarez responde. Del otro lado de la bocina está Eric Gómez, presidente de Golden Boy (la compañía encargada de la carrera y las peleas del Canelo) y no tiene buenas noticias. Álvarez no lo imagina y hoy está seguro de que si le hubieran preguntado cuál creía que era la noticia que recibiría, tendría 100 respuestas, pero jamás la correcta.
Saúl ha recibido golpes duros. Muy duros. De eso vive. Es su oficio: boxeador. Lo ha sido siempre. Desde que vendía paletas de hielo en los camiones y su hermano Rigoberto lo llevaba a verlo pelear hasta que el profesor Chepe Reynoso lo adoptó y le dio una vida en el cuadrilátero. Desde que lo molestaban por ser pelirrojo hasta este momento en que recibió la llamada de Eric. En resumen, Álvarez ha recibido golpes toda su vida. Golpes duros. Le pegó el puertorriqueño Miguel Ángel Cota. También el estadounidense Floyd Mayweather. Y el kazajo Gennady Golovkin. Pero jamás había recibido uno tan doloroso como éste. Uno que le causara miedo. Que no lo dejara dormir. Y, del otro lado de la línea, ese golpe, directo al hígado, la cabeza y el corazón, estaba esperándolo.
“Saúl, saliste positivo en una de las pruebas...”, le dijo Gómez, refiriéndose al dopaje por clembuterol del que había sido acusado Álvarez, siendo el campanazo inicial de la pelea más complicada del deportista mejor pagado en la historia de México (el número 43 en la lista de Forbes de los atletas mejor pagados del mundo, muy cerca del tenista Rafael Nadal y del campeón olímpico Usain Bolt). Desde ahí, la pelea no le ha dado tregua ni descanso. Pero sí mucho dolor.
En los medios. En el tribunal. En el gimnasio... en cada espacio donde la figura del Canelo hace eco, se ha puesto en duda la jerarquía y los logros del boxeador mexicano. El castigo por la suspensión de su combate de revancha contra el kazajo Gennady Golovkin ha sido la consecuencia más evidente, pero en realidad el impacto más grande para Saúl ha sido ver su reputación puesta en duda. Y es de eso de lo que quiere hablar. Del error. De su origen. Del momento más complicado. Platicamos en exclusiva con él para conocer su versión y el camino a seguir después del round más difícil de su vida.
¿Cómo te enteras de la noticia del posible dopaje?, ¿cuál es tu primera impresión?
Me llamó Eric Gómez, presidente de la empresa Golden Boy, y me dijo: “Saúl, saliste positivo en una de las pruebas”. Mi primera reacción fue negarlo y decirle que estaban equivocados, que no podía ser. Después, Eric enfatizó que no me preocupara, que estaban seguros de que era por contaminación de alimentos. Aun así, estaba angustiado porque sé lo que significa una nota de positivo en mis exámenes y más para las personas que no me apoyan. Me confirmaron un porcentaje mínimo de 0.6 nanogramos de clembuterol, que es la mil millonésima parte de un gramo, y a partir de ahí, me di cuenta de los casos de deportistas de alto rendimiento que han pasado por esto.
¿Cómo te ha afectado en tu día a día?, ¿Te quita el sueño?
Ha sido muy difícil. Lo que estoy pasando en estos momentos me tiene sorprendido y lleno de impotencia. Ha sido tan complicado... siempre he sido un deportista íntegro, disciplinado y entregado y que se ponga en duda mi reputación y mis sacrificios de más de una década por un suceso involuntario, sí pesa y pesa mucho.
“Sé que van a ser unos meses difíciles, pero cuando las cosas se hacen bien y no tienes nada que esconder la verdad sale” —Saúl Álvarez
¿Es verdad aquello de que en la cima se está acompañado y en las crisis se va solo?
En los momentos de crisis sí te das cuenta de quién realmente está contigo. Al final, me sirve para alejarme de las personas que no me aportan nada y valorar a las que se quedan.
¿Qué especulaciones te gustaría frenar de tajo?
Dejar claro que soy un hombre y un deportista que se ha ganado su lugar con esfuerzo, sacrificio y dedicación. Durante 12 años, me he sometido a más de 90 exámenes sin ninguna complicación. Puedo asegurar que he llevado mi carrera libre de cualquier tipo de sustancia ilícita y esta vez no es la excepción. De hecho, los estudios realizados por la WADA [World Anti-doping Agency] no son obligatorios y yo los solicito voluntariamente antes de cada una de mis peleas. Por otro lado, quiero aclarar que no hay una persona que desee más esta pelea que yo. No la hay.
¿Cómo definirías este momento de tu carrera?
Al día de hoy puedo considerarlo el más difícil. He superado cosas duras, pero ver que un error involuntario, aun después de demostrar tantos logros y esfuerzos, no son suficientes ni siquiera para tener el beneficio de la duda ante el público, me duele.
¿Cuál es el plan para levantarte?
“Que se ponga en duda mi reputación y sacrificio por un error involuntario, sí pesa mucho” —Saúl Álvarez
He informado a la Comisión Atlética del estado de Nevada que estoy dispuesto a hacer todo lo que soliciten, incluyendo tomar al azar una prueba de folículo [examen que detecta sustancias ingeridas en los últimos 90 días] y las pruebas de la VADA [Voluntary
Anti-doping Asociation]. Haré todo lo que esté en mi poder para no dejar la más mínima duda de que nunca consumí clembuterol intencionalmente. Una vez que todo esto se aclare y cumpla mi sanción busco poder tener lo antes posible nueva fecha para la pelea. Durante este tiempo, tomaré mayores precauciones y me aseguraré de que no vuelva a suceder.
Con la reflexión y el análisis posterior, ¿dónde estuvo el error?
El único error fue no tomar precauciones en mi dieta. Es común que consuma carne y estaba haciendo
mi vida normal. En febrero, que fue cuando me hicieron los exámenes, aún no estaba bajo mi estricto régimen alimenticio que incluye sólo proteínas blancas. Además, es algo que nunca me había pasado… nunca había tenido miedo o preocupación de consumir carne por un tema de clembuterol.
¿Qué crees que puede pasar con respecto a tu imagen en los siguientes meses?
Sé que van a ser difíciles, pero cuando las cosas se hacen bien y no tienes nada que esconder, la verdad sale. ¿Qué va a pasar? No lo sé, pero sé qué no me gustaría que siguiera pasando: no seguir leyendo noticias amarillistas que manchan mi nombre y que desinforman a la gente que ha confiado en mí.
¿Cómo están reaccionando tus actuales socios y aliados comerciales?
Excelente. Desde el primer día recibí mensajes de aliento y apoyo porque saben el peleador así como el hombre que soy y la disciplina que llevo. Se han parado en mi esquina, creen en mí.
¿Sientes que se rompió el pacto de confianza entre tú y el público?
No tendría por qué. Todos merecemos el beneficio de la duda y más cuando luchas tanto para querer ser un orgullo en tu país. Mis aficionados saben quién soy, creen en mí y me han demostrado su apoyo.
Sin embargo, creo que la desinformación y las noticias amarillistas generaron dudas y alentaron a los incrédulos. Jamás ensuciaría algo que me ha costado tanto. Aceptaré y respetaré la sanción de la Comisión Atlética de Nevada y esperaré el tiempo que se determine para poder dar esta gran pelea, pero por ningún motivo permitiré que mi nombre, esfuerzo y lo que he demostrado por años se vea desvirtuado por un mal manejo de información o un error involuntario.
Me pesa mucho pasar por esto cuando siempre he sido un peleador íntegro, pero estoy orgulloso de mi trayectoria, en la cual nunca he hecho algo ilícito para defraudar el boxeo, ni lo haré… el box es mi vida. Siempre lo será.