Dos siglos de poder
La marca neoyorquina Brooks Brothers celebra 200 años de vestir a los hombres más poderosos y así lo lograron.
Comenzar en el tiempo y lugar indicados no es casualidad del destino y así lo hicieron los hermanos Brooks con su negocio de sastrería ready-to-wear. El 7 de abril de 1818, el empresario británico Henry Sands Brooks fundó H. & D.H. Brooks & Co. en Nueva York. Desde entonces y hasta ahora, bajo la filosofía Only Principle, la firma de sastrería se ha caracterizado por excelente calidad y precios justos. Esencialmente Brooks Brothers (más tarde llamada así) comprobó la idea de que un buen traje abre muchas puertas.
Efervescente en su muticultura, la Gran Manzana poco a poco se convirtió en el escenario de los hombres más importantes, quienes vieron en el buen vestir un arma de poder. Así, en Cherry y Catherine, dos calles en el centro de Nueva York, se sembraron las bases de lo que conlleva una buena camisa (como la icónica Original Polo Button Down Oxford), un saco bien estructurado, un pantalón perfecto y los accesorios al más puro estilo americano: el pañuelo y la corbata. Pero, ¿qué significaba ese empoderamiento?
En 1953, Ruth R. Benerito, una química que trabajaba con la compañía, dio un paso innovador: creó la primera camisa wash and wear para hombre. El panorama de la moda masculina comenzaba a verse emocionante coincidiendo con el nacimiento del business man, típico de la ciudad.
Brooks Brothers revolucionó con su atención personalizada (que aún mantiene) y, a la par, cuidó el legado que estaban heredando a Estados Unidos. Esto convirtió en asiduos a grandes figuras como varios presidentes del país, entre ellos: John F. Kennedy, Richard Nixon, Bill Clinton y hasta Barack Obama.
Otro gran nombre que forma parte de su archivo es J. Abraham Lincoln. Uno de los más fieles clientes de los Brooks también fue uno de sus mayores retos: ¡medía casi dos metros de altura! El clásico traje lo hacía verse demasiado largo y por eso mejor lo vistieron con una levita que tenía un mensaje bordado en el interior: One Country, One Destiny. Esta prenda, que usaba sobre chaleco, camisa y gazné, es hoy el rasgo distintivo del ex mandatario pues la llevaba puesta el día de su asesinato.