TRAS LA HUELLA DEL MAESTRO
Jude Law y Eddie Redmayne trabajaron juntos por primera vez en Animales fantásticos: los crímenes de Grindelwald, y fue mágico para ambos.
Cuando Eddie Redmayne le dice en la cara lo mucho que lo admira, Jude Law no puede evitarlo: se sonroja, luego sonríe con afecto y finalmente suelta un “Oooh”, que a su vez conmueve a Eddie. Los actores están juntos en una habitación del hotel Rosewood, en el corazón de Londres, para hablar de la película Animales fantásticos: los crímenes de Grindelwald, en la que interpretan a un maestro y su alumno; es decir, a Albus Dumbledore y Newt Scamander. “Sé que lo voy a hacer sonrojar con esto, pero conozco a Jude desde hace mucho tiempo, soy su admirador y poder trabajar con él fue una de las satisfacciones más grandes que me dio este proyecto. Newt ciertamente admira a Dumbledore de la misma manera en que yo admiro a Jude. Fue maravilloso y muy especial”, dice Redmayne. En este filme, un spinoff escrito por J.K. Rowling, creadora de la saga de Harry Potter, Dumbledore tiene un acercamiento con Newt Scamander, un antiguo alumno suyo en Hogwarts, para que detenga a un mago oscuro que amenaza con destruir su mundo. “Una de las cosas lindas de esta película es su relación aprendiz-maestro… aunque el aprendiz ha crecido un poco y lo desafía. Newt se expone a Dumbledore y viceversa”, dice Eddie, ganador del Oscar, sobre el filme que se estrena el 16 de noviembre.
UNA HISTORIA PERSONAL
Jude tiene un gran peso sobre sus hombros: interpretar la versión joven de uno de los iconos de la literatura pop actual, Dumbledore, y que además sus hijos aman. Justo cuando él escucha la palabra joven, vuelve a sonreír. Ese adjetivo lo halaga. “Tengo 45 años y me empiezo a sentir como un hombre de mediana edad. Hay vellos que me crecen en áreas que jamás me hubiera imaginado, empiezo a perder pelo en otras. Me dicen: ‘Eres joven’, pero al menos no tengo 120 años como el Dumbledore que conocen”, bromea y sonríe. El actor británico disfrutó interpretar al mago por un vínculo emocional, pues hace más de 10 años les leyó a sus hijos Rafferty, Iris, Sophia, Rudy y Ada los libros de Harry Potter. “Cuando mis hijos supieron que estaría en esta película, se emocionaron. Les leí los primeros cuando eran pequeños, y con mi hijo mayor, Rafferty, teníamos dos copias de los últimos y nos sentábamos a leerlos al mismo tiempo. Es bizarro haber experimentado eso con ellos mientras crecían y ahora ser parte de este mundo”.