Quién

Propósitos 2019

¡Qué drástica forma de arrancar la columna! Pero vamos a ser sinceras, tarde o temprano los propósitos se olvidan. O ¿quién se acuerda de los del año pasado? Entonces vamos a ahorrárnos­la y borrémoslo­s desde ahorita.

- según ANNIE BARRIOS @annie−barrios · annie-barrios.com

En su columna de este mes, Annie Barrios nos dice qué sí y qué no hacer para que nuestros propósitos de Año Nuevo se conviertan en realidad.

Seguro a las fiestas de fin de año cada una iba con su superoutfi­t (chones rojos de la suerte ¡obvio!), champaña en mano y uvas al ritmo de la cuenta regresiva: 10, 9, 8… ¡Feliz Año Nuevo! Abrazos, brindis y una explosión de ilusión que sólo da el inicio de un año. Imagino que con ese optimismo enlistaban sus propósitos a las 12 de la noche y siento que ahorita se los podría adivinar: hacer más ejercicio, dejar de fumar [o algún hábito que nos persiga], enflacar, ahorrar, viajar…

Si este es el caso: ¡chóquenlas! Estaban en mi lista también. Y es que no cuesta adivinarlo­s porque son los típicos propósitos. Esos que todos deseamos y aventamos al universo sin plan alguno. Año-tras-año. Pero amo nuestro optimismo colectivo. Somos a todo dar porque empezamos enero con la total convicción de que “este año cumpliré todos”... aunque desafortun­adamente para la segunda semana de febrero la mayoría ya se rindió. Ouch.

Por eso propongo que esta vez ni nos agobiemos y olvidemos todos los propósitos. Únanse conmigo y a la de tres los tiramos a la basura –mental–. ¿Listas? 1, 2, 3… ¡BYE!

“¿Y entonces qué, Annie? ¿Sugieres no hacer nada?” (Me gusta imaginar cómo iría nuestra conversaci­ón ja, ja, ja) ¡Por supuesto que no! ¡Vamos a ponernos las pilas y exprimir la motivación que trae enero! Pero si le quitamos la presión a los tan sonados

“propósitos de Año Nuevo” podríamos lograr mucho más.

Quitándole las etiquetas innecesari­as, nos damos chance para enfocarnos de verdad. Es lo mismo sin el titulito, ¿me explico? No son propósitos para gritarlos al mundo, no tienen que ser 12 como las uvas –ja, ja, ja–, es algo mucho mejor: ¡es tu proyecto personal!

Entonces, así como aprovecham­os un lunes para empezar la dieta, usemos enero para planear todo el proyecto. No importa si ya pasó la mitad del mes, o si ya rompimos algún “propósito”. Esto es un borrón y lista nueva.

¿Quién quiero ser este 2019 y qué voy a lograr? Pero sobre todo, ¿cómo lo voy a conseguir? Los expertos nos dirían que tengamos metas medibles y específica­s y, por supuesto, que sean realistas si queremos cumplirlas. Yo agregaría no traumarnos si un día la regamos en las metas del proyecto –es de grandes retomarlo– y premiarnos con los avances para no perder la motivación.

Así que, ¡que siga el entusiasmo por las páginas en blanco de este nuevo año! La ilusión por querer ser mejores y cumplir sueños. De eso se trata, pero esta vez la emoción durará más, porque actuaremos de forma estratégic­a y nos va a salir mucho mejor. Así que brindemos por el 2019 y todo lo que vamos a lograr. No sé por qué, pero presiento que va a ser nuestro año.

Sin un plan de acción, los propósitos de año nuevo son sólo una carta a los Reyes Magos.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico