FERNANDA MELCHOR: LA VIOLENCIA DEL INTERIOR
Después del éxito editorial de Temporada de Huracanes, su anterior libro, Fernanda Melchor está de vuelta en la mesa de novedades con una novela corta y realista que explora en la idea interior de la violencia.
La creciente tendencia a construir complejos habitacionales herméticos, cerrados, protegidos casi en su totalidad del exterior, motivó la tercera novela de la celebrada escritora Fernanda Melchor. “Yo reflexionaba que es una especie de intento por mantener la violencia fuera, por mantenerla alejada de las familias, de las comunidades”, dice en esta entrevista a razón de la publicación de Páradais.
En Veracruz, de donde es originaria, este fenómeno es muy evidente. La Riviera veracruzana se está llenando de desarrollos lujosos, con campos de golf, canchas de tenis, con acceso al mar, con acceso al río, con playas privadas, asegura Melchor. En un espacio como éste se desarrolla la trama de esta novela corta. “Empecé a pensar que tal vez, en este lugar paradisíaco, como su nombre, donde se trata de mantener alejado lo más posible al mal, la posibilidad de la violencia ya está dentro: ya existe y es propiciada por los miembros de esta exclusiva sociedad. Qué tal que, además de que todos podemos ser víctimas, todos, por privilegiado que haya sido nuestro medio, tenemos la gran capacidad de hacer un daño atroz”.
Así surgen los personajes de Franco y Polo, dos adolescentes colocados en los extremos sociales que cultivan una relación a base de alcohol y fantasías desbocadas de lamentables consecuencias.
Fernanda tiene identificados dos momentos en su proceso. El primero lo asemeja a un exorcismo, una especie de médium que, para construir a los personajes, se deja invadir por emociones o recuerdos, suyos o prestados. El segundo paso es escribir y, en el caso de esta autora de 38 años de edad, es escribir mucho. Hojas que después quizás lleguen a la basura. “Cada vez que tenía que dejar un borrador a un lado lo sentía como un fracaso, pero todo ese trabajo previo me permite ser certera”.
Con Temporada de Huracanes, Fernanda no sólo alcanzó el éxito en ventas y por parte de la crítica, sino también se consolidó como una de las autoras más relevantes de su generación y fue nominada al prestigioso Man Booker International Prize. Ese éxito la llevó de gira por el mundo, una experiencia que califica como muy rica pero desgastante: “es todo
lo contrario a lo que un escritor necesita para crear un nuevo libro”.
Fernanda no escribe ni en los cuartos de hotel, ni en los aviones, ni en otro lugar que no sea el orden de su escritorio. Fue entonces que la llegada de la cuarentena prolongada se presentó como la oportunidad de terminar su novela. De abril a junio se dedicó a Páradais. “Creo que la literatura siempre nos salva la vida y esta novela me salvó un poco la cordura. El problema fue que, cuando desperté en junio, ya todo era un caos”.
“SOY UNA ESCRITORA REALISTA. ME GUSTA LA IDEA DE MARCAR AL LECTOR, DE DEJARLO ESTREMECIDO. ME GUSTA LA LITERATURA QUE DEJA UNA ESPECIE DE MARCA”.