UNA CENICIENTA CON INSTAGRAM
Meghan Markle era una cenicienta moderna con todo y cuenta de Instagram, que antes de conocer a su prince charming era una mujer independiente, liberal, con una carrera prometedora como actriz y sumamente creativa, en la que daba rienda suelta a todas las ideas de estilo de vida que tenía en su blog The Tig. La norteamericana disfrutaba de su libertad y siempre aspiró a más en su vida: así lo han contado personas que la conocieron desde niña. Claro, eso no está mal, al contrario. Fascinada por el mundo de la realeza desde pequeña, claro que googleó no solo a Harry, sino también a toda su familia desde años antes de conocerlos. Como bien explica Andrew Morton, de eso no hay duda. De hecho, después de divorciarse de su primer esposo, Trevor Engelson (2011-2013) le pidió a su amiga, la periodista británica Lizzie Cundy que le presentara a un hombre inglés, ya que le fascinaban. Cundy le propuso al futbolista Ashley Cole pero Meghan lo rechazó por su mala reputación. Lizzie contó esta historia a varios medios como The Sun, el Daily Mail y el Express en diciembre pasado. Meghan sabía que era necesario buscar una nueva “celestina” mucho más certera, como su amiga, la diseñadora Misha Nonoo, ex esposa de uno de los mejores amigos de William y Harry. Había llegado una gran oportunidad para Meghan que no desaprovechó. Podemos imaginar qué pensó la actriz cuando supo de esta conexión entre su amiga y Harry. Misha fue quien organizó un blind date entre la actriz y Meghan en Londres en junio de 2016. Todos conocemos lo que pasó después.