ARCHIE EN MEDIO DE TODO
Muy triste que un bebé de sólo un año y 11 meses esté en medio de una situación tan compleja como lo está ahora Archie. Además de la supuesta preocupación que tenía un miembro de la familia sobre el color de su piel, de acuerdo a lo comentado por Meghan, al parecer también se produjo cierta polémica por los títulos reales que no se le concederían y la negativa de Palacio de proporcionarle seguridad al pequeño. “Sabíamos que estaba embarazada, ahora sabemos que es Archie, sabemos que es un niño; entonces no lo sabíamos, y estaban diciendo que no querían que fuese príncipe o princesa (que no recibiría título real). Él tampoco recibiría seguridad”.
Oprah, sorprendida, la cuestiona sobre qué razones le dieron para no querer darle a Archie un título real o la protección que tiene un miembro real. Meghan contesta: “No hay ninguna explicación. A pesar de la costumbre que ya existía, mientras estaba embarazada dijeron que querían cambiarla para Archie”. ¿Por qué? Markle dijo que nunca recibió repuesta. “Hemos escuchado que tú y Harry eran quienes no querían que Archie tuviera título. ¿Me dices que eso no es cierto?”, la cuestionó Oprah. “No, y no era una decisión que nosotros podíamos tomar”. La presentadora le pregunta a Meghan si cree que es por su raza a lo que contesta de manera afirmativa.
La realidad es que Archie no podía ser príncipe sino hasta que su abuelo, el príncipe Carlos, fuese rey, de acuerdo a una ley vigente establecida en 1917 por el rey George V, quien estipuló que solo los vástagos en línea directa de sucesión podían ser nombrados príncipes o princesas y recibir el título de Su Alteza Real. “Los nietos de los hijos de cualquiera de estos soberanos en línea directa masculina (salvo únicamente el hijo mayor vivo del hijo mayor del príncipe de Gales)
tendrán y disfrutarán en todas las ocasiones del estilo…” reza la orden. En 2013, seis años antes de que naciera Archie, Isabel II escribió una Carta Patente que garantizaba también a los hermanos de George tener este privilegio. Por eso los tres hijos de los Duques de Cambridge, George, Charlotte y Louis son príncipes. Es muy difícil creer que alguien de Palacio les haya hecho saber a los Sussex que la causa de no darle a Archie un título fuera un tema racial y no una ley con un siglo de vigencia. Se entiende que ella desconoce de estos temas pero Harry lo sabe bien, además él sí expresó en varias ocasiones el deseo de que su hijo pudiera vivir libre de alguna atadura por un título.
El resto de los Windsor han acatado este mandato, la reina tiene seis bisnietos que junto con Archie lo cumplen sin problema, ninguno de ellos tiene título de príncipe o princesa. El que Archie no haya sido príncipe no fue un tema racial. Por otro lado, la seguridad de Archie también se cuestionó en la entrevista. En el Reino Unido es bien sabido que no todos los miembros de la familia real tiene protección 24/7 porque fue una polémica que se discutió hace décadas. El alto costo que implicaba para los contribuyentes la seguridad de todos los miembros de la familia generó amplias negociaciones incluso dentro del gobierno inglés. La soberana que es una mujer muy austera tomó la decisión entonces de hacer recortes en este rubro. Los únicos seis miembros –de primera línea– que cuentan con seguridad 24/7 son Isabel II, su esposo Felipe de Edimburgo, el príncipe Carlos y Camila, y William y Kate. El príncipe Eduardo, su esposa Sophie y la princesa Ana cuentan con seguridad solo cuando asisten algún acto público, no en su día a día. Actualmente no tienen protección el príncipe Andrés, quien renunció a ella, sus dos hijas, Beatrice y Eugenia, así como Harry y Meghan y el resto de la familia: nietos, bisnietos, primos y sobrinos de la soberana. Nuevamente, la razón por la que se le negó a Archie tener una seguridad permanente es una cuestión de ahorro para los contribuyentes. Cuando Harry y Meghan abandonaron el Reino Unido, reclamaron seguridad en su estancia en Canadá y Estados Unidos pero Carlos la negó porque no iba a cargar ese costo al pueblo inglés ni él estaba dispuesto a pagarla. Esto generó resentimiento en los Sussex, pero así es para toda la descendencia de Isabel II sin excepción. Las dos acusaciones anteriores que erróneamente hizo Meghan fueron sin fundamento. Para millones de personas que desconocen cómo se manejaban las cosas en Palacio, esto provocó una lluvia de criticas e indignación contra la familia real. Las palabras de los Sussex polarizaron estos temas en todo el mundo.