LOS WINDSOR TAMBIÉN LLORAN
El príncipe Felipe de Edimburgo salió del hospital hasta el lunes 16 de marzo. Seguro que fue una preocupación menos para Isabel II. Pero las investigaciones de una firma externa solicitada por la propia reina para indagar el tema del supuesto bullying por parte de personal de Palacio contra Meghan, continúan. La monarca vive momentos sumamente complicados y estresantes al ver cómo su familia se fracturó para siempre tras la salida de los Sussex, generando gran resentimiento contra ellos. Le preocupan muchas cosas: la acusación de racismo, el rompimiento definitivo de Harry con William y el propio Carlos, la reputación de su casa real y por consiguiente la continuidad de la misma.
Cuando la prensa sorprendió a William con la pregunta de si la familia real era racista en uno de sus primeros actos oficiales tras la entrevista con Oprah, el hijo de Diana contestó “No somos una familia racista”.
Estamos seguros que este 21 de abril será todo menos un cumpleaños feliz para Isabel II: la soberana se enfrenta a un momento crucial en su reinado donde más le vale salir bien librada de las investigaciones y manejar con pinzas este tema con los Sussex, que ya son personas non gratas en el Reino Unido. Sí, Harry y Meghan sólo necesitaron de 120 minutos para aniquilar de un plumazo el reinado de Isabel II y ponerla contra las cuerdas.
Ya han hablado William y Carlos con Harry pero se sabe que estas conversaciones “no fueron productivas” dijo la amiga de Meghan y periodista Gayle King de la CBS. ¿Podrá la reina ejecutar un damage control exitoso? ¿Cuál será la próxima movida de los Sussex contra los Windsor? ¿Le pasará factura este nuevo escándalo a la salud de hierro de la monarca?