La verdad acerca de trajes y fajas reductivas

Nos pasa a todos, queremos sentirnos orgullosos de nuestros esfuerzos en el gimnasio o en la clase de baile; tanto esfuerzo, tanta energía derrochada durante esos 45 minutos de intensidad. ¿Pero cómo saber qué tanto se verá reflejado el ejercicio en nuestra figura? Algunos tendrán un reloj contador de calorías, otros estimarán su gasto energético en la pantalla de la caminadora, pero ¿a poco no?, la forma más común de medir la intensidad y las calorías quemadas para muchos de nosotros son los mililitros de sudor que dejamos en el entrenamiento.

Muchas empresas se aprovechan de esta creencia y nos ofrecen productos que pretenden volver más intensa esta sudoración y aparente “quema de grasa”. Las hay en forma de fajas de neopreno, trajes plásticos sellados por el cuello y las mangas, etc. ¿Pero estarán realmente cumpliendo lo que prometen?

Siento desilusionarlos, esta ropa lo único que logra es deshidratarnos y aunque quizá nos sintamos más ligeros solo habremos perdido líquidos a través del sudor, pero no grasa. Líquidos que recuperaremos en cuestión de minutos con una buena jarra de agua o una bebida isotónica comercial.

La grasa pasa por un proceso algo complejo para poder dejar el organismo, sale del tejido adiposo rumbo a la célula que la requiere, luego es metabolizada a través de varios procesos químicos y enzimáticos, para ser convertida en ATP, el alimento celular por excelencia.

Este proceso da como resultado agua y un porcentaje alto de CO2, es decir, la grasa que “quemamos” se pierde a través del aliento en mayor medida y un porcentaje menor en la orina, y no a través del sudor que dejamos en la camisa.

Nos vemos la próxima semana en esta su columna de fitness basada en evidencia científica.

¡El guerrero del fitness!

WFuni @FitWarriorCast warriorfitnesstore@ hotmail.com