¿Influenciadores o influenciados?
Nuestra sociedad siempre estará regida bajo normas que entre todos nosotros establecemos para tener una “convivencia sana”, o al menos eso nos han dicho desde que somos pequeños; aunque yo siento que nosotros hemos buscado la rebelión ante estas famosas normas que siempre nos dicen como es correcto hablar; sin embargo, creo que nos estamos enfrentando a otros problemas que también tienen punto en contra, y sí, también a favor, me refiero a las redes sociales.
Más que hablar de esto y hacer una crítica, el propósito es poder hacer una reflexión del uso, quizá descontrolado, que le damos a estas plataformas digitales. Entre Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, y muchas más, nos encontramos en un punto en el que no es tan claro en si nosotros somos quienes hacen estas redes o si ellos nos construyen a nosotros.
Es tan sencillo crear un perfil falso, o más bien, un perfil que es una supuesta versión perfecta de nosotros mismos (algo que no es posible puesto que nadie es perfecto), pero es que es tan fácil que nos demos a conocer como algo que no somos porque es más sencillo poder escribir y borrar, que hablar cara a cara.
Me preocupa que seamos una generación que tiene la capacidad de análisis y crítica hacia aquellos sistemas anticuados y cuadrados, pero que al mismo tiempo, se crea un mundo alterno y virtual, para poder presentarnos hacia el mundo como gente virtuosa.
Hemos hecho y desecho lo que queremos a través de la internet, pero deberíamos probar lo que somos también en este contexto. Que no sólo sea una moda, un trendign topic, o un hashtag. Que nuestras ideas no sean para complacer y para ganar reacciones y likes. Si no que, seamos tan auténticos y reales con nuestra personalidad para que podamos a traer a quienes les interese, y que se queden a un lado aquellos que tienen otras ideas. Que dejemos de buscar nuestra identidad en plataformas digitales y que más bien, seamos nosotros quienes las guiemos.