MARVEL FABRICA UN “CLÁSICO MODERNO”
LA CINTA DE TAIKA WAITITI USA RECURSOS DE ACCIÓN Y MUCHA COMEDIA PARA SOBRESALIR
Con casi 30 películas en su haber, uno pensaría, y con mucha razón, que el Universo Cinematográfico de Marvel se estaba estancando o quedándose sin recursos, pero Thor: Amor y Trueno llega para probar que eso no podría ser más falso.
El neozelandés Taika Waititi, nuevamente al frente, vuelve a dar cátedra de cómo se amalgama la acción y la comedia, esta vez, colocando al Dios del Trueno en un viaje de redención, tras los eventos de Avengers: End Game (2019).
La atmosfera que nos comparte el filme invita a sentirnos bien, como un viaje onírico, la música y la paleta de colores hace que sea imposible no esbozar una sonrisa, con mucha carga de “buena onda”. Chris Hemsworth se consolida en la comedia, lo suyo es hacer reír y punto, el hombre ha logrado una evolución de su personaje como jamás se ha visto en la historia del cine; si recordamos, en la primera cinta de Thor (2011) se muestra al hijo de Odín muy solemne, imprudente y ambicioso, sin embargo, su constante contacto con los humanos lo volvió amable y mucho más carismático, además de gracioso, sabio y poderoso.
Natalie Portman regresa al MCU para repetir su rol de Jane Foster, pero esta vez en la piel de La Poderosa Thor, quien, al igual que en los cómics, se vuelve digna de portar el legendario martillo del Dios, Mjölnir, concediéndole los mismos poderes que los de su legendario exnovio.
Tessa Thompson y Taika Waititi, Valquiria y Korg, respectivamente, le agregan más humor a la fórmula de una cinta que fue concebida para disfrutar. El villano en turno es Gorr, El Carnicero de Dioses, quien a jurado provocar la muerte a todos los seres divinos, interpretado magistralmente por Christian Bale, como muy pocas veces se ve a este soberbio actor.
Thor: Amor y Trueno es el gran estreno de la temporada, imperdible, ya seas fan de Marvel o no, como cinta independiente es excelente, Disney no decepciona.