PROTEGE TU PIEL DE LOS RAYOS UV
EL SOL, ELEMENTO NATURAL TAN AMADO, SIN EMBARGO SU EXPOSICIÓN SIN PROTECCIÓN SOLAR PUEDE SER MUY PERJUDICIAL
Es importante evitar la aparición de los llamados eritemas, caracterizados porque nos ponemos rojos, siendo este el paso previo a una de las posibles quemaduras de mayor gravedad.
El sol puede generar gran diversidad de trastornos en la piel como el indeseado cáncer de piel o el envejecimiento prematuro de la misma.
Además, podemos sufrir problemas en la vista e inhibición del sistema inmunitario. Hay que destacar estos riesgos incluso cuando no tienen nada que ver con los protectores solares porque hay que avisar de los riesgos de no protegerse ante el sol cómo de cuánto es recomendable estar bajo su yugo. Es recomendable no estar bajo el sol en los momentos en los que el sol esté más elevado.
Por supuesto, esto es imposible en la playa ya que este rango horario va desde las 11 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Por ello, lo razonable es abstenerse de él entre las 14 y las 16 horas. ¡Mejor irse a comer! Además hay que añadir que se considera que hay una exposición alta al sol cuanto llevamos más de cinco horas frente a él, así que no olvides el refugiarte bajo la sombra por mucho que te hayas ido a tomar el sol todo el día.
1. PROTEGE TU PIEL
Usar protector solar (y reaplicarlo constantemente) es básico. No sólo evitarás quemaduras solares y, por ende, pelarte, sino también te ayudará a prevenir los daños de la exposición a los rayos UV.
2. PROTEGE LAS PARTES MÁS SENSIBLES
Hay sensibles que necesitan un poquito más de cariño: la cara, el cuello, y el escote. Otras zonas muy importantes son los hombros y las manos, pero también las orejas y el empeine de los pies.
3. HIDRÁTATE BIEN Y A MENUDO
Una buena hidratación es clave para llevar una vida saludable, pero en los días en los que tomamos el sol se convierte en algo esencial y muy importante, ya que el sol provoca una deshidratación progresiva
4. CUIDA TU PIEL AL VOLVER A CASA
Tu piel estará deteriorada por el aire, la sal del mar o el cloro de la piscina. Dale un respiro dándote una ducha sin jabones fuertes y aplica después una crema hidratante que la nutra, alivie y refresque luego de la exposición solar