El Burkini llega para quedarse
Tras la polémica generada, el Consejo de Estado anuló la prohibición a la prenda en todas las playas y piscinas de Francia; los gobernadores se oponen
Bajo el argumento de defender las libertades fundamentales, el Consejo de Estado francés suspendió la prohibición del burkini en las 30 mil alcaldías de dicho país; sin embargo, el alcalde de Niza, Christian Estrosi, señaló que no dará marcha atrás al veto contra el bañador islámico.
“Ningún elemento permite establecer que la prenda adoptada por ciertas personas, para darse un baño, amenace el orden público”, sentenciaron los tres magistrados que integran el Consejo de Estado.
Además, señalaron que la prohibición suponía, “un ataque grave y manifiestamente ilegal a las libertades fundamentales que son la libertad de ir y venir, la libertad de conciencia y la libertad personal”, agregó la máxima autoridad administrativa del país galo.
La sentencia fue celebrada por organizaciones defensoras de los derechos humanos: “El Consejo ha decidido y ha mostrado que los alcaldes no tienen derecho de poner límites a vestir con símbolos religiosos”, expresó Patrice Spinosi, abogado de la liga de derechos huma- nos. No obstante, algunos se han opuesto a la medida.
Por su parte, grupos feministas han dicho que el burkini es una “falsa libertad”, puesto que implica un “retroceso” y una “degradación” para las mujeres; inclusive, dijeron que remarca el cuerpo de la mujer.