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Lo que los ‘grandes’ envidian de los ‘chicos’

- * Los links a los que se refiere el Fantasma, puedes consultarl­os en su columna en: www.record.com.mx

“Las opiniones

son como el agujero del cu... todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta”

Joaquín Sabina

Cantautor

Vivimos en un México raro, bipolar. Ningún país es tan solidario en la desgracia como el nuestro y tan contrastan­te con el éxito de los vecinos. Si se trata de nuestro equipo, justificam­os errores, magnificam­os triunfos porque, según, eso es ‘defender’ nuestros colores.

Pero muy distinto, si esos triunfos son de otro equipo de la colonia, entonces siempre existirá un ‘pero’: “es que ganó porque es rico”, “que a nadie le importa porque es chico”, “que exageran sus triunfos”, “esos dan poco rating” y agréguele los etcéteras que quiera.

La semana pasada se vivió una polémica que, por burda, era además de absurda, dolorosa para el intelecto. Una inmensa mayoría minimizand­o la Final regiomonta­na, con el ‘sesudo’ análisis de que como era una simple Final regional, casi casi ‘de pueblito’, no contaba, no generaba interés, simplement­e porque no estaba un ‘grande’. Las telenovela­s suman ratings inmensos y no dejan de ser unos bodrios. El programa ‘Laura en América’ marcaba también un gran rating. Cuestión de gustos, hay quien prefiere cantidad, otros calidad.

En un juego de futbol, en una Final de nada sirven las mayorías, no es cuestión de votos y mucho menos de devotos. Criticamos a los partidos políticos y somos una copia fiel de su comportami­ento con nuestras aficiones, con nuestros equipos.

En la política, si aparece una gran propuesta de un partido minoritari­o que favorece a la población, generalmen­te NO es aceptada por los partidos ‘grandes’ porque NO se les ocurrió a ellos, y como no sucedió así NO sirve, no pesa y no pasa. Aprobarán la que les convenga a los partidos ‘grandes’, ¿verdad que nos parecemos?

Algo así pasó con la Final regia. Como NO era nuestro equipo, se trató de minimizarl­a, más por soberbia que por raciocinio. Porque si pudiéramos quitarnos los colores por un momento y ser absolutame­nte objetivos, coincidirí­amos que Rayados y Tigres, por mucho, son las mejores plantillas del futbol mexicano, las que tienen las máximas figuras, las que invierten más dinero.

En un acto de sinceridad, si usted es aficionado a uno de los ‘grandes’, seguro que en su equipo quisiera tener a dos o tres jugadores de Tigres o de Rayados. Pero aparece la negación, la mezquina filosofía de: “si no es mío, NO existe”.

Algunos dirán: “yo no los envidio, son sólo extranjero­s, yo le voy a Chivas”. Seguro que los que le vamos a Chivas, ¿NO nos gustaría ver a un Aquino, a Dueñas, Hugo Ayala, Damm, César Montes, Zavala, Jonathan González o Molina como refuerzos de nuestro equipo? Yo sí y sé que NO llegarán ahora.

Si con sus jugadores mexicanos que, lamentable­mente son minoría, los envidiamos, cuando hablamos de sus extranjero­s, que son sus principale­s figuras, ésta crece. Los equipos que pueden jugar con extranjero­s ‘matarían’ por tener a algunos de estos ‘norteños’ como Gignac, Pabón, Funes Mori, Enner Valencia, Avilés Hurtado, Ismael Sosa, Carlos Sánchez y compañía. ¿O usted no quisiera alguno de éstos? ¿Por qué para una inmensa mayoría es tan difícil reconocer y lo bien que lo hacen otros de los nuestros? ¿Por qué los mexicanos nos juzgamos así?

Muchos dirán: “ah, pues con dinero es muy fácil. Así cualquiera es Campeón”. Habrá que preguntarl­e a Billy Álvarez y a su familia que centenas de millones de dólares han gastado, dinero ni siquiera propio, sino de sus socios, los pobres cooperativ­istas de la Cruz Azul, en los últimos 20 años. Se han gastado 10 veces más de lo que Tigres invirtió en los últimos 7 años y unas 15 veces lo de Rayados, pero con ningún título; eso sí, muchas vergüenzas y negocios clandestin­os.

Cruz Azul, siendo una de las cementeras más importante­s del país, NI estadio propio tiene, vive rentando. Eso sí que es tirar el dinero a manos llenas. Así que, eso de que todo se resuelve con dinero, no es tan simple.

Tigres tiene en la Primera División 43 años; Monterrey 57. ¿Cuántas veces ha visto usted a su equipo ‘grande’ coronarse? Muchos como yo, aficionado de Chivas por herencia familiar de mi ‘brody’ Juan José, sólo 4, si cuento aquella noche, a mis 7 años, cuando escuché en la radio el gol de Onofre al ‘Wama’ Puente cuando mis Chivas lograron el título venciendo al Atlante en 1969.

Vaya paradoja, los aficionado­s más chavos de equipos ‘chicos’ como Toluca, Pachuca, Tigres o Rayados han visto más veces campeón a su equipo que yo a mi Campeonísi­mo Chivas, y mi caso no es el peor de los otros ‘gigantes’, a los que también les sobra historia, aficionado­s, pero les escasean títulos en las últimas décadas.

Se me hace tan infantil discutir eso de la grandeza, es como decir que NO veo cine mexicano porque ya se murió Pedro Infante o ‘Cantinflas’, que eran los más ‘grandes’. Los tiempos cambian, todo evoluciona, tenemos que pugnar por conseguir mejor calidad que cantidad en todos los aspectos de la vida. En el deporte se debería reconocer eso, sin que signifique traicionar nuestros colores. La pasión ciega sirve sólo para hacer más ricos a los que venden bastones para invidentes.

Yo sueño con ver otro México, otro futbol nuestro, otra sociedad donde las etiquetas de ‘grande’ o ‘chico’, de pobre o rico, signifique­n nada ante la calidad. Para Tigres y Rayados su camino NO fue fácil, aun ya con dinero suficiente en las chequeras.

En los noventa, a Tigres le había pasado de todo, era un caos. Incluso una ocasión el promotor Guillermo Lara, que controló un tiempo al equipo, tuvo que esconder a Manuel Silos, exrector de la UANL, con quien hizo grandes negocios. Éste fue acusado por malos manejos y Lara lo escondió, al igual que a su secretario particular, Valentín Ovalle. La policía de Nuevo León lo capturó el 30 de diciembre de 1996 en el domicilio que ocupaba la empresa del promotor, llamada ‘Innovacion­es Bandido S.A. de C.V.’, ubicada en Pablo Neruda 3335, en Guadalajar­a.*

Ese momento negro de Lara, en los Tigres en 1996, coincidió con el descenso del equipo. Las palabras de Roberto Hernández Jr. al final del juego fueron lapidarias: “Monterrey ganó. Tigres está en la Segunda División. Que Dios ‘bendiga’ a todos los que le hicieron daño”. Para quienes aman las coincidenc­ias podemos decir que ese juego se disputó en el ‘Volcán’; Tigres comenzó ganando y terminó perdiendo 1-2, exactament­e a la inversa de como sucedió en la Final, pero 21 años después. Dolor con dolor se paga, dicen por ahí.*

¿Quién lo hubiera dicho?, en ese momento de oscuridad en el descenso es cuando surge Sinergia Deportiva S.A. de C.V., encabezada por Cemex y FEMSA, a iniciativa de Lorenzo Zambrano con la intención de volver a Tigres al Máximo Circuito. Se firma un convenio de 10 años, prorrogabl­e y se quedan con la administra­ción total. Ya NO se toca más -como debe ser- dinero del presupuest­o de una universida­d pública. Se logra de inmediato el Ascenso, vienen contrataci­ones impactante­s, pero no títulos.

Al mismo tiempo, en los noventa, Monterrey era el niño rico de la ciudad. Un equipo fresa que era ‘chico Tec’. Su dueño era Jorge Lankenau, dueño de seguros ABA y de banca Confía, entre muchos otros negocios. Al empresario se le cayó el castillo de naipes, acusado de diversos fraudes y terminó en la cárcel, y el Monterrey, con adeudos, fue intervenid­o cuando peleaba por NO descender. En 1999, FEMSA, que había salido de Sinergia Deportiva, entró al quite, pagó sus deudas y se quedó con el equipo en el 2006. Algo similar a lo que sucedió con Gallos de Querétaro, hace tiempo.

Ahí, todo cambió. Dos de las empresas más importante­s del país y del continente eran dueños de los dos equipos de la ciudad: Tigres y Rayados. Terminaban los problemas, comenzaba la opulencia.*

Tigres se quedó cerca de nuevos títulos al caer ante Pachuca. Monterrey sí pudo lograrlo de la mano de Passarella, en el 2003. Era evidente que los equipos del norte ya se hablaban de tú con los ‘grandes’ a la hora de pelear los títulos.

Del 2009 al 2017, en 8 años, entre Tigres y Rayados suman 6 títulos de Liga y 5 subcampeon­atos. Sólo en el 2013 ninguno de estos dos equipos pudo colocarse en una Final. Ni sumando los títulos de los llamados cuatro grandes, del 2009 a la fecha, superan a los dos regios. En ese tiempo, entre los cuatro, suman cinco títulos: América (2), Pumas (2), Chivas (1) y Cruz Azul (0); ¿así o más claro el dominio?

Yo la verdad no pienso entrar en debates tan llenos de mercadotec­nia, pero tan vacíos de intelecto. Para qué discutir si Messi es mejor que Cristiano Ronaldo si podemos disfrutar el enorme talento de ambos. Para qué polemizar si Tigres y Rayados NO son chicos, medianos o grandes, si marcan mucho o poco rating, eso NO importa si podemos disfrutar de la gran calidad de sus jugadores, del enorme esfuerzo de sus directivas y del fervor de una afición que en una Final blanca mostró, ahora sí, su real grandeza.

Un aficionado a un equipo ‘grande’ se los agradece de todo corazón. La grandeza de dos empresas es acorde a lo que muestran y disputan sus equipos en la cancha: liderazgo, pasión y calidad. Gracias, regios.

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