‘TOMEN’ CLA´SICO SU
no se La Final deseada el Toronto dará, ya que eliminó al América
No habrá Clásico Nacional en la Final de Concacaf ni Mundial de Clubes para América. El cuadro de Miguel Herrera careció de intensidad y le dejó las puertas abiertas a un Toronto que luce fuerte en esta competencia, ya que los eliminó de la competencia.
Aun con un comienzo en donde el ímpetu americanista hizo frente, los canadienses no fueron nunca una presa fácil y le bastaron apenas 12 minutos para demostrarlo, ya que el colombiano de nacionalidad canadiense, Jonathan Osorio, apagó por unos segundos la fuerza de un equipo que estaba en casa y diācultó su camino con el 4-1 global.
No fue la noche de William da Silva, quien fue el cómplice principal que hundía más a las Águilas y que apagó la luz de esperanza para su equipo ante una fuerte lluvia.
Todo parecía estar en contra de los azulcremas, pero el grito de más de 50 mil almas al ver un autogol de los Reds cambió todo por ánimo y emoción, pero para su mala fortuna cambió a frustración al ver al abanderado anular el gol, lo que signiācaba que los de Coapa se alejaban más de la Gran Final ante el odiado rival, el Guadalajara.
La jugada la inició Renato Ibarra al centrar el esférico a Bruno Valdez, que se encontraba en fuera de lugar y sin parar remató a la portería donde un jugador de Toronto intentó desviar y āltró a las redes el balón. 4uizá pasaron más segundos de lo normal, quizá el sueño sólo duró eso, ya que después todo parecía un diluvio de tristeza en el terreno de juego.
3ara intensiācar el dolor, Ale[ Bono, arquero de los de la MLS, privó de una emoción más, pues Paul Aguilar a punto estuvo de estallar el grito de gol. Y así marcharon al vestidor, cabizbajos, entre la oscuridad de tener muy lejos la remontada.
Nada cambió para el segundo tiempo, sólo el esfuerzo que se hacía cada vez menos y un penal que de poco sirvió para el conjunto azulcrema en los minutos e[tras del encuentro, cobrado por Mateus Uribe. Se acabó el sueño, el Mundial de Clubes se resiste a Miguel Herrera, también una Final de Clásico Nacional que se hubiera escrito con letras de oro.