NIÑO PRODIGIO AYUDA EN SALVAMENTO
Sai-Adul Sam-on, uno de los once pequeños atrapados en la cueva de Tham Luang, se desempeñó como vocero mientras se encontraban en peligro; gracias a sus conocimientos y habilidades lingüísticas, logró comunicarse con los busos británicos que contribuían al rescate. El niño domina a la perfección el inglés, también habla tailandés, birmano y chino, juega futbol, toca el piano y la guitarra, sin embargo, no tiene documento de identidad. Según la ONU, en Tailandia hay más de 400 mil personas registradas como apátridas en Tailandia.